Víctimas de adopciones irregulares: "Que Joannon deje de mentir"

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Autor: Cooperativa.cl

Matías Troncoso solo pide que el religioso le dé datos para encontrar a su madre.

Josefina Rillón relató en Cooperativa detalles de la búsqueda de su sobrina, dada en adopción irregular por el sacerdote.

Víctimas de adopciones irregulares:
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Matías Troncoso y Josefina Rillón.

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"Esta guagua fue robada a mi hermano. Se le cerraron las puertas literal y físicamente en la cara". Así relató Josefina Rillón en Una Nueva Mañana en Cooperativa lo que vivió su hermano Andrés desde que en febrero de 1983 su ex polola Carolina Celedón tuvo a la hija de ambos y se le informó al padre que el bebé había muerto.

Rillón es uno de los afectados por los casos de adopciones irregularidades gestionadas por el sacerdote Gerardo Joannon, los que fueron demostrados por la congregación de los Sagrados Corazones, que este martes emitió un documento en el que se reconocieron los hechos y se sancionó al religioso.

El relato de Josefina comienza en la relación que mantuvo su hermano con Carolina: "Andrés pololeó con Carolina en 1982 durante seis meses. Terminaron y justo antes de terminar por sospechas Andrés supo que Carolina estaba esperando guagua. No es que no quisieran tener la guagua. Nunca pensó hacerse aborto ni nada. Andrés sí quería hacerse cargo de su hijo".

"Ella no manifestó querer o no querer tener la guagua. Solo manifestó que no quería ver más a Andrés, quería cortar la relación. Andrés les manifestó tanto a ella como a su papá que él asumía en todo aspecto su paternidad. Incluso habló con las hermanas y les dijo que si no se querían hacer cargo de la guagua él no tenía ningún problema en hacerlo", agregó.

"Paralelo a toda esta cosa mi mamá trabajaba en un colegio con Gerardo, en las Monjas Francesas. Tanto la familia Rillón como la familia Reyes que es de mi mamá somos de las Monjas Francesas de toda la vida. Y siempre Gerardo trabajó con la Carolina en la pastoral en el colegio", detalló.

"En el primer momento él le insistió a mi mamá en que la guagua debía ser dada en adopción. Hubo tensión entre ellos. Mi mamá le dijo siempre que no se metiera porque eran personas de 24 años. Y Andrés estaba perfectamente capacitado, estaba recibido y tenía trabajo", contó Josefina.

"Nunca más hablamos"

"La conversación quedó ahí y nunca más hablamos de eso. Quedó ahí. Nunca más nadie habló de adopción. Carolina nunca más lo vio a Andrés. Solo supimos de ella el 1 de febrero de 1983 que sonó el teléfono como a las once y media de la noche. Contesté yo y es una de las cosas en mi vida que me dejaron impactada: 'Aló, está Andrés (ni siquiera dijeron buenas noches). Dígale que soy Eugenio Celedón, quiero decirle que la guagua nació y se murió y no queremos saber nunca más nada de él'. Y cortó. El impacto fue muy grande. A nadie lo llaman para decir algo así sin dar ningún antecedente", expuso.

"Días después supimos que la guagua había sido dada en adopción sin mediar pregunta. El doctor Gustavo Monckeberg nunca participó ni se le ocurrió dar a esta guagua en adopción por su iniciativa. Era lo que se hacía y Gerardo lo hizo", manifestó.

"Esta guagua fue robada a mi hermano. Se le cerraron las puertas literal y físicamente en la cara. Preguntó, comenzó un proceso de preguntar, hizo trámites, pidió certificado de defunción, preguntó si había una misa. La familia cerró la puerta, nunca más recibieron a nadie. Mi papá en alguna oportunidad habló con ella y fue terriblemente dura y siempre supo que la guagua fue dada en adopción", añadió Josefina Rillón.

El reencuentro

"Andrés desde siempre fue buscándola porque tenía la intuición de que estaba viva. Sabíamos eso y también que era mujer. Pasó el tiempo, iban apareciendo datos. Una persona le dijo que estaba viva y bien. Andrés encontró a mi sobrina a finales del 93. Ella también lo estaba buscando. Hoy hay una relación de hija, de sobrina, de nieta", explicó Josefina.

"No hay relación entre mi sobrina y su mamá, carolina. Ella tiene una familia muy buena. Siempre ha sido muy contenida, un papá y una mamá que la han querido siempre.
Cualquier hijo quiere saber y cerrar el ciclo. Ella hizo el intento con su madre y no tuvo éxito", contó.

"Tiene 32 años, dos hijos preciosos. Ha tenido un proceso muy emocionante con Andrés y su mujer, Bárbara. Es una historia del dolor al amor. Hubo 21 años de dolor. Andrés buscó a su hija con la idea de buscarla y hacer el ADN. Una vez encontrada se lo hicieron y el cambio fue rotundo y comenzó la historia de amor", manifestó.

Vox pópuli

Frente a las denuncias contra Joannon, Josefina Rillón afirmó que "era necesario establecer el tema con la congregación. Tenemos mucho contacto con la congregación. Fuimos a denunciarlo muchas veces porque era un escándalo la relación de la Carolina con Gerardo. Era vox pópuli. Siempre juntos. Hay muchas cosas que daban indicios, testigos que los vieron en la playa, que ella se fue a vivir en la población".

"No te creían porque en este tipo de cosas es tu palabra contra la mía. Sobre todo cuando nosotros supimos que la guagua había sido dada en adopción hablamos con el provincial y le dijimos que estaba metido Gerardo. Me dijo que todo eso no le extrañaba, que se lo habían advertido a Gerardo pero no tenían pruebas", eztableció.

"Hemos pasado de todo un poco, pero en ese sentido Andrés hizo todo un proceso importante, largo, primero de aceptación de lo que había pasado. Muy triste y doloroso. Una vez que encontró a su hija vino un proceso de perdón y se dio cuenta de que Gerardo al hacer una cosa así estaba enamorado y alguien enamorado hace muchas cosas. Además de su desequilibrio", sentenció.

Matías Troncoso

Diferente es el caso de Matías Troncoso, quien lleva años buscando a sus padres biológicos y solo desea que Joannon le entregue los datos que conoce para encontrarlos.

"El tema de la relación de mi familia con Joannon es mucho más complejo de lo que yo pensaba. No tenía ninguna prueba de que Gerardo estaba vinculado. Cuando en la televisión le preguntan si conocía a mi familia, Gerardo Joannon dijo que no la conocía. Luego murió mi abuela y Gerardo concelebró la misa. ¿Por qué lo negó?", se pregunta el fotógrafo.

De acuerdo con la historia que conoce Troncoso, él fue entregado a sus padres adoptivos por María Teresa Cerveró e Ignacio Mujica: "Mi padre quería adoptar y se comunicó con el doctor Gustavo Monckeberg porque era ginecólogo de mi madre. Un año después llegan Mujica y Cerveró conmigo en brazos".

"Lo que quiero esclarecer las condiciones en que se dio mi origen. Estoy dispuesto a saber que esa persona tal vez no me quiere conocer. Pero quiero saberlo. Saber quiénes son mis padres biológicos", explicó.

"Siempre crecí sabiendo que fui adoptado. Crecí lleno de cariño. Pero yo sabía que no había sido por la vía regular porque fui a la Clínica Santa María a pedir mis antecedentes y no había. Me facilitaron el teléfono para que hablara con Gustavo Monckeberg, pero estaba muy viejito, estaba ido", añadió.

"Siempre pensé que mi caso era único. Después empecé a saber que había otra gente. Me contacté cuando vi lo de Ciper. Por primera vez me encontré con gente que había vivido lo mío", dijo.

Está convencido de que seguirá buscando y no tiene ningún interés en que se castigue a Joannon: "No creo que un castigo eclesiástico ni de la justicia ayuden. Le diría por qué no entrega toda la información que tiene y que sea honesto de una vez por todas y deje de mentir. Para mí la iglesia no tiene ningún valor. Es una institución privada a la que él pertenece. Es como que lo castigaron en la oficina".

"Él da lo mismo, es irrelevante. Que diga la información que tiene. Es solo un actor más de una práctica generalizada", sentenció.

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