El papa Francisco encontró este jueves en Iquique a Héctor Marín Rossel, a quien la dictadura le mató un hermano, y que le entregó una carta en la que le cuenta su lucha por encontrar a los desaparecidos.
En la misiva pide también la colaboración del Gobierno y de las Fuerzas Armadas, según informó la oficina de prensa del Vaticano.
En su última jornada de visita a Chile, antes de viajar a Perú, el pontífice argentino encontró en la casa de retiro del santuario de Nuestra Señora de Lourdes a Héctor Marín Rossel, a quien los militares se llevaron a su hermano el 28 de septiembre de 1973 y descubrió que murió ese mismo día en Iquique.
"Le dije a Francisco, aquí en sus manos dejo la esperanza de encontrar a nuestros detenidos desaparecidos", explicó Marín Rossel, que llevaba la foto de su hermano colgada de la solapa, tras el encuentro con el pontífice, según informó la oficina de prensa del Vaticano.
Marín Rossel también refirió al pontífice argentino su agradecimiento a la Iglesia chilena "por la gran promoción y defensa de los Derechos Humanos".
En la carta que entregó al papa "se cuenta la lucha con el resto de familiares para encontrar a los detenidos desaparecidos y también hizo un llamado a las Fuerzas Armadas y al Gobierno de Chile para que colabore en esta cruzada humanitaria que nos permita tener la paz espiritual que tanto necesitamos", agregó.
Según Marín Rossel, "el papa fue receptivo a escuchar y recibir la carta".
Héctor Marín tenía 17 años cuando a su hermano Jorge, de 19 años, se lo llevaron los militares al centro del regimiento de Telecomunicación N.6 Tarapacá de Iquique, según se puede leer en la ficha de los desaparecidos del Museo de la Memoria.