La visita que tuvo en Chile al papa Francisco durante cuatro días estuvo centrada, en gran parte, por la polémica presencia del obispo de Osorno, Juan Barros, en diversas actividades oficiales del pontífice en Santiago, Temuco e Iquique.
Barros, fue ordenado sacerdote en 1984 en la Parroquia del Sagrado Corazón, donde conoció al párroco Fernando Karadima, quien estuvo al frente de esta iglesia hasta 2006, dos años después de que feligreses lo denunciaran de abusos sexuales, situación por la que fue condenado por la Iglesia.
James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, las víctimas más conocidas de Karadima, apuntaron a Juan Barros como uno de los encubridores del otrora párroco de El Bosque, indicando incluso que fue testigo presencial de los abusos sexuales que sufrieron en los años 80 cuando Karadima gozaba de gran prestigio dentro de la Iglesia chilena.
Barros se desempeñó en los años 80 como secretario personal del cardenal Juan Francisco Fresno, y de acuerdo a los denunciantes, se encargó de destruir una carta con una denuncia sobre los abusos de Karadima, hecho que el ahora obispo ha negado.
Barros no enfrentó a la justicia ni recibió sanción canónica.
En 2015, el religioso fue designado obispo de Osorno, nombramiento que ha sido duramente cuestionado por las víctimas, como también por los laicos de aquella ciudad, quienes han realizado protestas incluso al interior de la Catedral de Osorno.
Defensa del papa Francisco
El papa Francisco reconoció en 2015 que conocía la situación de Barros en una carta enviada al Comité Permanente de la Conferencia Episcopal, en la que apuntaba a otorgarle un año sabático.
Sin embargo, unos meses después se da a conocer un video en que aseguró que la ciudad "sufre por tonta" y que se llenó la cabeza con ideas de políticos y de "zurdos".
"Osorno sufre sí, por tonta, porque no abre su corazón a lo que Dios dice y se deja llevar por las macanas que dice toda esa gente", indicó el pontífice.
Barros reapareció durante la visita del papa Francisco al país, participando en la misa en el Parque O'Higgins y en un encuentro con obispos en la Sacristía de la Catedral Metropolitana el martes.
Posteriormente concelebró el miércoles la "Misa por el Progreso de los Pueblos" en Temuco y este jueves llegó hasta Iquique para acompañar al pontífice en sus últimas actividades.
En estas jornadas, fue abordado incesantemente por la prensa, oportunidad en la que rechazó las acusaciones en su contra y pidió hacer su trabajo en tranquilidad, junto con agradecer todo el apoyo que le entregó Francisco.