El vocero de los denunciantes del caso maristas, Jaime Concha, fustigó la actitud del administrador apostólico del Arzobispado de Santiago, Celestino Aós, durante una reunión desarrollada este martes con varias de las víctimas.
En conversación con Una Nueva Mañana, Concha lamentó que en esta cita en que buscaban abrir puertas y un diálogo respetuoso recordaron los tiempos de antiguas autoridades de la Iglesia Católica.
"Llegamos allá, este es supuestamente el administrador apostólico, debería ser una persona que te trata con cariño, con respeto, que te acoge, que te escucha, que te cree (...) Nos tuvimos que presentar, se sienta en su sillón, en su trono, y se pone a mirar su agenda y su reloj sin levantar la mirada y tenemos que hablar viéndolo como mira su agenda y jamás nos miró a los ojos", relató el también médico.
"Llegó un momento en que nos sentimos súper incómodos, porque lo único que pidió fue que nos presentáramos, que relatáramos qué nos había pasado y después nos da el argumento que él viene llegando, que tiene que esperar que lleguen nuevos obispos auxiliares y que hay que esperar que las investigaciones en la Fiscalía avancen. Volvemos a retrotraernos al escenario que vivíamos con Ezzati y con Errázuriz", lamentó el vocero de los sobrevivientes del caso maristas, quien añadió que por estas situaciones se retiraron de la reunión.
Jaime Concha expresó su total decepción por este encuentro ya que pese a que pensaban que Aós tenía una actitud distinta a otras jerarquías que hubo en la Iglesia, vieron una realidad distinta.
"No nos interesa echarle leña al fuego, fuimos con una intención de tratar de abrir puertas, pensando que podíamos confiar en el administrador apostólico que había mostrado una actitud más abierta, más empática, y resulta que nos encontramos con un obispo que es una muralla infranqueable, cero empatía, muy altanero, muy autoritario", afirmó.
"Yo le tengo que exigir a la autoridad máxima de la Iglesia de Santiago, en la situación actual un estándar de comportamiento, que sea empático, adecuado, y que ponga en el centro el respeto a la dignidad de la persona humana y no me sentí respetado por él", recalcó.
Además, aseveró que incluso recibió llamando de felicitaciones por exponer esta vivencia que tuvieron en la reunión.
"Puedo dar fe que recibimos llamadas de personas que trabajan con él, muy cercanos, que trabajan dentro del Arzobispado, que nos felicitaron por mostrar la verdadera cara de Celestino Aós", concluyó.