Contraloría evidenció una serie de irregularidades en los gastos relacionados al programa Aseguramiento a la Calidad de las Residencias (Ascar) del Sename, organismo que funcionó entre 2013 y 2017 bajo la División de Reinserción Social del Ministerio de Justicia.
Según publicó La Segunda, el fiscal Marcos Emilfork detectó que una serie de personas contratadas por el programa no trabajaron para él y que a otros sujetos se les pagó por servicios que no tenían relación con los objetivos del plan.
Además, se constató que se realizaron contrataciones "a dedo", se encargaron informes "fantasmas" y duplicados, junto con asesorías para reparaciones de vidrios, la compra de un sistema de video conferencia y la instalación de TV cable para la subsecretaría.
Junto a esto, también se pagaron 95 millones de pesos por un sistema informático que no funcionó, manuales para residencias sin áreas de entregas y asignación de viáticos irregulares.
Estos antecedentes ya habían sido entregados por el fiscal Emilfork al Consejo de Defensa del Estado (CDE) el año pasado, aunque el organismo no ha confirmado si presentará una querella.
Los dineros asignados en los cinco años del funcionamiento sumaron 3.145 millones de pesos, según el informe presentado por Contraloría.