Lactancia materna, más allá de la conmemoración de una semana
Este domingo terminan las actividades internacionales de promoción y estímulo de la forma de alimentación de bebés, desde su nacimiento.
Este domingo terminan las actividades internacionales de promoción y estímulo de la forma de alimentación de bebés, desde su nacimiento.
Este domingo termina la conmemoración de la "Semana Internacional de la Lactancia Materna", pero hay total coincidencia en que -más allá de las actividades de estos 7 días- existe la necesidad de que durante todo el año el Estado, el sector salud y las familias realicen acciones para potenciar esta práctica, que es más que un simple acto de nutrición.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia hasta al menos los 2 años de vida, pudiéndose prolongar hasta que la madre y el niño lo deseen.
La médica cirujana y asesora de lactancia materna de la Unidad de Salud DAE de la Universidad Estatal de O'Higgins (UOH) Belén Donoso explica que la lactancia materna parcial o exclusiva otorga muchos beneficios para el o la lactante, la madre y el propio ecosistema que los rodea.
"La lactancia materna o uso de fórmulas lácteas maternizadas es el único alimento que deben consumir los menores de 6 meses, ya que tienen las condiciones apropiadas para que sean digeridas por el sistema gastrointestinal y renal que aún no está maduro, otorgándole todos los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo óptimo", indica.
La profesional agrega que "dentro de los beneficios maternos de la lactancia está el fomento del apego con el hijo o hija, la retracción uterina en los primeros días post-parto, la recuperación del peso pre-embarazo y de las mamas, y la prevención del cáncer de mama, ovarios y la depresión post-parto".
Para Carolina Herrán, magíster en Trastornos de habla y lenguaje y académica de la Escuela de Fonoaudiología UNAB, "si se valorizara cómo la leche materna es capaz de evitar días de hospitalización o reducir enfermedades e infecciones es claro que no diría nada, pero lamentablemente aún estamos en proceso de reconocer la labor materna en este aspecto y cómo es necesario educar y apoyar a las madres para que continúen y no abandonen la lactancia".
"La invisibilidad de la leche humana reduce la importancia percibida de los programas y regulaciones que protegen y apoyan a las mujeres para amamantar", agrega.
Según Natalia Calderón, coordinadora de la Unidad de Nutrición y Dietética del CADI de la Universidad de Magallanes (UMAG), amamantar es ideal "ojalá dentro de los primeros 20 minutos de vida".
"La primera toma debe realizarse en la misma sala de parto, ojala dentro de los primeros minutos ofrecer pecho, a libre demanda, todo el día. Asegurarse también de que le succione eficazmente y que la postura sea correcta para prevenir las grietas", precisa.
Según recomienda, "se debe permitir que el niño o niña mame del primer pecho lo que desee hasta que lo suelte y después ofrecer el otro, cuánto más mame el bebé, la leche se producirá en mayor cantidad, y se aconseja evitar suplementos de fórmula lo que más se pueda y, sobre todo, el agua. Hay un mito de que hay que darle agua al bebé para que la leche baje y no, no es cierto".
"Otro tema a considerar es que el llanto no siempre es hambre, a veces el llanto puede ser cambio de pañal, puede ser un gas, puede ser un cólico, entre otros. Es importante que la red de apoyo de la madre esté siempre en contacto con ella y que la puedan apoyar, la puedan cuidar, porque la madre necesita un cuidado todos los días, que pueda descansar, que le puedan dar su espacio y ojalá que alguien se pueda quedar con su bebé, porque aquí lo importante también es la madre", planteó la docente.
Finalmente, expertas y expertos coinciden en que es necesario que el Estado y la sociedad realicen acciones concretas para potenciar y no castigar -en términos laborales principalmente- la lactancia materna; así como reconocer la naturalidad de este acto y así generar un ambiente seguro para las madres en cualquier lugar, ya sea público o privado.