La pareja busca, con un recurso de amparo, convertirse en padres adoptivos.
Solicitaron al Gobierno hacer "una excepción" con su caso.
El matrimonio de "guardadores" que se niega a entregar a una lactante a sus padres adoptivos interpuso un recurso de amparo a favor de la niña, ante la Corte de Apelaciones de Santiago.
Giselle Blas, abogada de Eduardo Porter y Marcela Castillo, argumentó que consideran que los derechos humanos de la pequeña Matilde fueron violados y que "todos los niños tienen derecho a tener un defensor, un abogado que los represente, independiente de los derechos de sus padres y de sus cuidadores".
Por su parte, Eduardo Porter, quien junto a su esposa se niega entregar a la menor que tenían a cargo, bajo el sistema de guardadores, solicitó una flexibilización de la ley y que se le permita quedarse con la niña.
"Abran el corazón. El daño que se le va a hacer a Matilde es bastante severo, fuerte", manifestó Porter, luego de que efectivos policiales llegaran el pasado viernes al lugar de trabajo de Porter con la orden de entrega inmediata emanada desde el Tribunal de Familia de Santiago.
Porter relató que la niña manifiesta con señas su cercanía a su familia guardadora y "siente el amor a su mamá profundamente", refiriéndose a la relación que ha entablado su esposa con la bebé.
Por eso, solicitó a las autoridades una flexibilización de la normativa legal que les permita adoptar a la menor, pese a que esta ya habría sido destinada para otra familia por parte de la Fundación Chilena de la Adopción.
La familia recibió a la menor en su hogar en mayo pasado, y luego de mantenerla bajo su cuidado, fueron informados el martes pasado que ya se había encontrado una familia para la niña, frente a lo cual manifestaron su intención de mantenerla en la familia por el lazo afectivo ya creado.
En estos momentos, Marcela Castillo se encuentra junto a la menor en casa de amigos, pero la orden judicial vigente permitiría a los funcionarios policiales realizar allanamientos para dar con el paradero de la menor e implicaría al matrimonio de guardadores en el delito de desacato.
