A propósito de la reciente condena de tres años y medio de libertad vigilada recibida por la madre de Bastián Bravo, Mireya Sepúlveda, por abusos sexuales en contra de su hija de siete años, expertos entregaron recomendaciones para actuar ante la sospecha de eventuales abusos en contra de niños.
Segun la docente de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, Ximena Montero, el principal elemento preventivo es que los padres o adultos cercanos mantengan una actitud de escucha, credibilidad y respeto por lo que los niños comunican cotidianamente desde que son pequeños.
"Los niños, niñas y adolescentes deben sentir que los padres los van a apoyar, que pueden confiar en ellos si tienen dificultades, que los van a ayudar a resolver lo que los aqueja y que no serán castigados punitivamente o maltratados por lo que pueda ocurrirles o por sus errores", explicó.
La especialista enfatizó que ésa es la manera en que los niños, si llegan a ser víctimas de una situación de abuso, pueden acercarse y confiar este secreto a alguno de sus padres.
Además, la psicóloga, que cuenta con 18 años de experiencia en intervención en temas de violencia, maltrato y abuso sexual, sugirió que en caso de sospecha de abuso se busque un lugar para conversar a solas y que resguarde la privacidad del niño, niña o adolescente, pues la presencia o cercanía de quien abusa, bloquea la posibilidad de develar.
"Debemos recordar que pueden estar sintiendo temor, vergüenza y, muy probablemente, pueden haber sido expuestos a amenazas o chantajes emocionales para asegurar su silencio. Considerar también que el porcentaje de niños y niñas que se retractan luego de hacer un relato es altísimo", adviertió la experta.
Para iniciar la conversación, Montero aconseja asegurarle al niño el amor, la confianza y el apoyo incondicional.
"Conviene mantenerse a la altura física del niño y niña, por ejemplo, invitarlo a tomar asiento, haciendo todo lo posible por ser empático y mantener una actitud tranquila. Hay que procurar que se sienta escuchado, acogido, creído y respetado a medida que va relatando los hechos".
"Se puede preguntar de manera abierta si alguien tocó su cuerpo o genitales, o le hizo otras 'cosas sexuales'. Se puede preguntar por el signo que le hace sospechar o por algún indicador como la develación parcial del niño o niña. Por ejemplo: 'vi que dejaste una hoja sobre la mesa de tu dormitorio, donde decías que estabas sufriendo por un secreto... ¿Me puede contar más?... Quiero ayudarte en esto'", precisó.
La docente de la Universidad del Pacífico detalla algunos consejos al minuto de enfrentar la conversación con un niño ante una sospecha de abuso sexual:
Lo que hay que hacer:
Crea en lo que el niño, niña o adolescente dice.
Protéjalo.
Evite el contacto con quien sospecha del abuso.
Trasmítale que lo sucedido no ha sido su culpa.
Haga la denuncia.
Pida ayuda especializada a un equipo interdisciplinario.
Lo que no hay que hacer:
Culpar al niño, niña o adolescente del abuso o de las consecuencias de su develación o denuncia. Se haya resistido o no, lo importante es no responsabilizarlo, incluso en los casos en los que el agresor ha logrado que colabore.
Retarlo o castigarlo por lo sucedido. Nunca hay que abordar al niño con preguntas como: "¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué dejaste que te lo hiciera? ¿Por qué no arrancaste, gritaste o le pegaste?". Las víctimas nunca tienen la culpa. La culpa es siempre de quien agrede.
Negar que el abuso ha ocurrido. No emitir frases como: "¿Eso que dices es cierto? ¿Estás diciendo la verdad? Es muy grave lo que dices, ¿sabes lo que pasaría si lo que dices es cierto? ¿Estás seguro? No es verdad, debes haberte confundido. No inventes esas cosas, no sabes lo que dices".
Mantenerlo en contacto con quien ha abusado o con quienes no le creen, puesto que pueden recibir presiones implícitas o explícitas para mantener silencio o retractarse.
No interrumpir el relato. Si el niño o niña no quiere hablar, no lo presione. No haga preguntas innecesarias respecto a detalles. No enjuicie. No induzca el relato del niño con preguntas que le sugieran quién es el abusador o abusadora.