Imágenes fueron reveladas tras la filtración de un video captado por las cámaras de seguridad.
Gendarmería confirmó que tiene sumarios administrativos en curso.
Gendarmería informó que los hechos ocurrieron en marzo pasado.
La filtración de un video captado por las cámaras de seguridad de la cárcel de Chillán muestra a cinco gendarmes maltratando a tres reos, quienes reclamaban por el corte del servicio telefónico que tienen como derecho garantizado para comunicarse con sus familias.
En las imágenes, difundidas por el diario La Discusión, se ve claramente cómo a los internos se los golpea con pies y puños en reiteradas ocasiones.
El defensor penal regional del Biobío, Osvaldo Pizarro, explicó que el incidente se produjo luego de que "un grupo de gendarmes decide poner término a un servicio telefónico público que tienen los imputados en el patio, a fin de poder comunicarse con sus familias y hacer llamadas controladas".
"Esto se estimó que era arbitrario y frente a ello reclaman (los presos) este corte de comunicación y frente a este reclamo actúa de manera irracional Gendarmería de Chile, tal como lo muestra el video de seguridad, particularmente un grupo de cinco gendarmes, quienes dan tratos crueles, inhumanos y degradantes contra de tres personas", añadió Pizarro.
Este es el video difundido por el medio local (Advertencia, las imágenes no son aptas para todo público):
"Desprestigio para la institución"
Según se detalló, los hechos ocurrieron en marzo pasado y la Corte de Apelaciones de Chillán acogió recursos de amparo a favor de las víctimas, obligando a Gendarmería a dar cuenta de lo sucedido.
Mediante un comunicado la dirección regional de Gendarmería indicó que los cinco funcionarios involucrados fueron temporalmente apartados de sus funciones. Tres de ellos quedaron suspendidos y dos fueron removidos a otras unidades penales de la zona, mientras el sumario se encuentra en etapa final.
El alcaide de la Cárcel de Chillán, Pedro Sanhueza, reconoció la existencia de los hechos y señaló que sus autores desprestigian a la institución.
"Se trata de una reacción total y absolutamente desmedida, que contraviene el uso racional de la fuerza. Nuestra institución siempre se ha caracterizado por ser profesional en materia de custodia y, sin duda, este caso aislado enloda su imagen", dijo Sanhueza.
Tras conocer el suceso el Instituto Nacional de Derechos Humanos presentó una querella por el delito de torturas.
