En la Cárcel de Chillán fue inaugurada este miércoles una estructura de seguridad perimetral que evitará lanzamientos aéreos de drogas y otros elementos que ponen en riesgo la seguridad interna de la población penal.
Se trata de una malla hexagonal de acero galvanizado, de 2.800 metros cuadrados, sobre los patios de condenados e imputados, que tuvo un costo de 300 millones de pesos, con financiamiento del Gobierno Regional de Ñuble.
En su inauguración estuvo presente el ministro de Justicia, Hernán Larraín, quien señaló que "el Estado tiene la responsabilidad sobre la custodia de los privados de libertad, garantizando una convivencia adecuada, y estas obras nos han permitido reducir a cero los cerca de 700 lanzamientos de drogas mensuales".
Estándar de seguridad
El coronel Gonzalo Hermosilla, director regional de Gendarmería, indicó que esta estructura permite aumentar el estándar de seguridad y reducir hechos de violencia que ponen en riesgo al personal y a los propios internos.
Por su parte, el intendente Martín Arrau, expresó que se trata de una solución para un problema que no solo afectaba a la población penal, sino también ayuda a bajar la percepción de inseguridad de los residentes que habitan entorno al centro penitenciario.
Futura cárcel
Al término de la actividad, el ministro Hernán Larraín se refirió al proyecto de un nuevo centro penitenciario para la región, indicando que "se están procurando nuevas alternativas dentro de terrenos fiscales, y esperamos tener una pronta respuesta sobre esa decisión, ya que se trata de una urgencia para la región".
El suboficial Cristian Montecinos, presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup) en Chillán, se mostró poco optimista a ver este proyecto en un corto plazo, indicando que "debemos abocarnos con más urgencia en la readaptación del nuevo Centro Penitenciario Femenino de Bulnes que permita mejorar el círculo de reinserción interna y tener un polo de colocación laboral".