Este lunes se inicia el juicio oral por la muerte de 81 internos de la cárcel de San Miguel a causa del incendio que se produjo el 8 de diciembre de 2010.
En este caso el Ministerio Público acusó a ocho ex gendarmes de cuasidelito de homicidio y lesiones y pidió penas de entre cinco años y un día y siete años de cárcel de cumplimiento efectivo.
Entre los testigos citados para este proceso están el actual ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter -quien en esa época era titular de Interior-, el embajador chileno en Estados Unidos, Felipe Bulnes -entonces ministro de Justicia-, y la fiscal de Corte Suprema, Mónica Maldonado.
El fiscal Raúl Guzmán explicó que "van a ir todos nuestros testigos que hemos presentado para que presten declaración durante la audiencia de juicio oral".
La presencia de Hinzpeter se justifica porque "era la autoridad que estaba ejerciendo el cargo de ministro del Interior en esa oportunidad y su declaración puede ser un aporte al esclarecimiento en el tribunal oral".
La fiscalía quiere probar errores cometidos en mantención de las redes seca y húmeda del penal.
Posiciones de las partes
La abogada querellante por parte de varias de las víctimas María Magdalena Rivera dijo que "son de máxima importancia las declaraciones de los testigos, de las autoridades. Los gobiernos, el actual y los anteriores, no han tenido políticas públicas destinadas a que los internos, los condenados, gocen de mínimas medidas de seguridad".
Los acusados son los centinelas, el ex director regional metropolitano, Carlos Bustos, y el jefe de turno nocturno de esa madrugada, subteniente José Hormazábal.
Cristián Sleman, defensor penal público que representa al alcaide Segundo Sanzana, planteó que "no hablaría de giros de la causa sino que con esto se asienta la teoría del caso de las defensas. Lo que va a permitir es conocer a los tribunales la verdad de lo que ocurrió en el incendio de la cárcel de San Miguel".