El suboficial mayor de Gendarmería Benito Saravia, vocero del Frente de Trabajadores Penitenciarios, apuntó que una de las causas del hacinamiento carcelario que se intenta combatir es el "populismo penal", que ha marcado varias legislaciones de los últimos años.
"(El hacinamiento) es una realidad que también está generada por el populismo penal que se instaló en nuestro país en los últimos años, que va de la mano de lo que exige la ciudadanía, que es mayor seguridad para poder vivir en paz, y tener la tranquilidad de que su familia y su integridad física están resguardadas al momento de moverse fuera de su domicilio", planteó en El Diario de Cooperativa.
Al mismo tiempo, cree que "este populismo penal implicó aumentar la cantidad de penas de una gran cantidad de internos; el populismo penal que está instalado en los parlamentarios y en los diferentes gobiernos de los últimos años ha hecho que se aprueben al menos 10, 15 o 20 leyes incluso, donde fomentaban las prisiones preventivas y las condenas, pero ninguno de quienes aprobaron estas leyes, ningún gobierno que estuvo de turno, planificó la ampliación de más metros cuadrados para recibir este aumento de población penal, que se proyectaba con el aumento de las penas, y también con la promulgación de leyes que aumentaba la prisión preventiva".
"Se promulgaron, se tramitaron y se propusieron leyes de parte de los gobiernos de turno para dejar tranquila la ciudadanía, pero nunca pensando en cómo el sistema iba a soportar este aumento de un 30% o un 40% de la población penal que hemos tenido en los últimos 24 meses, y que se sumó al hacinamiento histórico que venía de arrastre", subrayó Saravia.
"Situación puntual" en Concepción
Es en tal contexto que un reo de la Cárcel de Concepción fue decapitado por su compañero de celda este lunes, hecho que a juicio del suboficial, es una "situación puntual, que se dio por un interno que está en investigación su situación psiquiátrica, y a todas luces el problema va en esa dirección, y que lo quieren utilizar políticamente para atacar a un gobierno de turno, respecto de cómo ha sido el manejo penitenciario durante los últimos años".
"No podemos generalizar con un hecho puntual, que no se da hace más de 40 años de historia de Gendarmería de Chile, con que las cárceles están desbordadas o tomadas por la población penal. Yo creo que quienes instalan este discurso populista, como se vio ayer en algunos candidatos presidenciales, inclusive aprovechándose de esta situación horrorosa para hacer anuncios de mejoras en el sistema penitenciario en el futuro... Tengo 28 años de servicio, y hemos escuchado cientos de propuestas de parlamentarios respecto al sistema penitenciario, y resulta que las mejoras no llegan", reafirmó.
El líder gremial acotó que "somos los gendarmes los que estamos en el día a día, los que en los últimos dos o tres años hemos recibido un aumento de casi 20 mil internos en todas las cárceles del país, con la misma cantidad de metros cuadrados, y el Estado tampoco se ha hecho cargo 100% -como esperábamos como funcionarios de Gendarmería- para que esto mejore".
"No podemos olvidar -más todavía los que somos dirigentes y representamos a nuestras colegas- que la administración anterior cerró cinco cárceles. O sea, no proyectaban que habría un aumento sustancial en la población penal en todas las cárceles del país, al contrario: pensaban unificarla y centralizarla en capitales regionales, y cerraron varias cárceles en las periferias, que esta administración ha tenido que ir reaperturando, porque los espacios físicos no están siendo suficientes para recibir a toda esta población penal", recordó.
Para Saravia, lo anterior "nos deja en claro que no hay una política de Estado para abordar el sistema penitenciario, a pesar de que es uno de los más robustos de Sudamérica; que tiene procesos de formación para las escuelas de suboficiales, para la Academia de Oficiales; que tiene el menor porcentaje de fugas en Sudamérica; la menor cantidad de muertes al interior de los recintos. Hoy en día, sentimos que se basurea, utilizándolo para campañas políticas, para atacar a un gobierno o para potenciar un gobierno también cuando se hacen mejoras, pero no apuntan a solucionar los problemas de fondo".