Antisociales no debían ir a los tribunales desde donde escaparon.
Además, eran acompañados sólo por un gendarme, desarmado.
Además del operativo policial para recapturarlos, la fuga de los delincuentes Gilberto Burgos, Miguel Bravo y Jair Padilla derivará en varias investigaciones internas, principalmente en Gendarmería, por el ya reconocido "irregular" procedimiento que permitió a los antisociales escapar desde el Juzgado de Garantía de Colina.
Burgos, Bravo y Padilla, condenados por robo con intimidación y de amplio prontuario, no debían asistir al tribunal y -según dirigentes de los funcionarios penitenciarios- tenían una llave maestra para liberarse de las esposas, tras lo cual atacaron al único y desarmado gendarme que los custodiaba.
"Traían un clip o una llave maestra para abrir las esposas, se desamarraron, uno pidió permiso para ir al baño y en ese instantes se abalanzan sobre el funcionario, lo golpean, lo vuelven a amarrar y lo dejan al interior de los calabozos", dijo Froilán Lagos, vicepresidente de los oficiales penitenciarios de la provincia de Chacabuco.
Lagos añadió que "deberían tomarse las medidas necesarias, porque un funcionario para cinco internos no es la relación ideal para este tipo de salidas, aquí deberían haber habido a lo menos tres funcionarios".
En tanto, el coronel de Gendarmería Christián Alveal previó la desvinculación inmediata de funcionarios en caso de que exista "un atisbo de corrupción funcionaria, o de cualquier situación irregular".
Alexander Olbertz, administrador del tribunal, recalcó que el juzgado de Colina "no tenía ninguna solicitud de traslado" y "no existía audiencia programada".
"Cualquier traslado por parte de Gendarmería hacia el tribunal debe ser originado por alguna solicitud o algún tipo de oficio, y eso no existía", agregó Olbertz, quien afirmó que esta situación fue iiregular.
Se mantiene la búsqueda de Carabineros en la zona norte de Santiago para recapturar a estos prófugos.
Los tres delincuentes son considerados peligrosos e incluso Miguel Bravo Altamirano ya registra un escape, en 2004 desde la Cárcel de Quillota.
Bravo tiene registros por robo con intimidación (2002), robo con fuerza (2009), robo en bienes sociales (2010) y porte de arma cortante (2011)
En tanto, Gilberto Burgos registra robo con violencia (2005), robo con fuerza (2010), robo en bienes nacionales (2010), receptación y porte de arma de fuego (2011) y robo en bienes nacionales (2012)
Finalmente, Jair Padilla tiene a su haber hurto simple (2005), homicidio (2007), receptación (2010), robo con fuerza (2010) y receptación (2011).
