La Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago inició este martes la revisión de las condenas de 14 militares en retiro, tanto chilenos como uruguayos, por el crimen del químico Eugenio Berríos en 1991.
El defensor de Hernán Ramírez, Claudio Feller, afirmó que "nuestra petición formulada a la Corte de Apelaciones de que se absuelva al general Ramírez" es porque "hay antecedentes que establecen su inocencia".
En tanto, el Consejo de Defensa del Estado (CDE) y la familia de Berríos piden que se ratifiquen las penas dictadas por el juez Alejandro Madrid en septiembre de 2010.
Durante dos semanas, el tribunal de alzada escuchará los alegatos de ambas partes para determinar si ratifica o cambia las condenas a los acusados.
Las condenas
En el fallo de Madrid, fue condenado a 10 años y un día como autor de secuestro con homicidio al oficial (r) del Ejército Arturo Silva Valdés, quien además recibió tres años y un día por asociación ilícita.
En tanto fueron condenados por secuestro a cinco años y un día Jaime Torres, Manuel Provis, el general (r) Hernán Ramírez, jefe de la DINE, y Raúl Lillo. Los tres primeros recibieron la pena de tres años y un día por asociación ilícita, mientras que Lillo recibió por ese delito 100 días.
Por el delito de secuestro también fueron condenados Eugenio Covarrubias, Pablo Rodríguez, Marcelo Sandoval y Nelson Román, quienes deben cumplir una pena de tres años y un día, mientras que por asociación ilícita Covarrubias fue condenado a 541 días, mientras que los otros tres a 60 días.
Manuel Pérez, que está bajo beneficio de libertad vigilada, fue condenado a tres años y un día por cómplice de secuestro. El ex fiscal militar Fernando Torres, en tanto, recibió tres años y un día por asociación ilícita.
Tomás Casella y Eduardo Radaelli, los militares uruguayos extraditados en 2006, fueron condenados a cinco años y un día como autores de secuestro. Casella recibió tres años y un día por asociación ilícita y Radelli obtuvo 61 días por el mismo delito.
Berríos fue sacado clandestinamente del país hacia Argentina y retenido en Uruguay, donde su cadáver fue encontrado en 1995.