Como un hecho "inédito", que le permite a la Fiscalía Sur enmendar una acusación mal presentada, calificaron los defensores de los acusados en el denominado caso bomba el proceso de revisión de testigos que se realizó durante este jueves y también se hará el viernes en el Octavo Juzgado de Garantía.
Para los abogados, el magistrado Luis Avilés permitió al Ministerio Público mejorar sus pruebas, en el marco de una nueva jornada de preparación del juicio oral, donde la Fiscalía Sur se vio obligada a reordenar peritos y testigos mal presentados
"Lo que está haciendo el Ministerio Público es querer enmendar este error en la presentación de la acusación a través de un artículo que permite mejorar la prueba de la Fiscalía. Este es un hecho inédito que yo jamás había visto en muchos juicios orales que he participado", afirmó el abogado Morris Farachi.
Según expresó el defensor, "la acusación se debe defender en los mismos términos en que se presenta, no debiera existir la posibilidad de poder mejorar la prueba".
Sus dichos fueron respaldados por Rodrigo Román, otro de los abogados defensores, quien agregó que "en el fondo estamos haciendo el trabajo que le corresponde al Ministerio Público, el cual presentó una acusación defectuosa, precaria, desordenada y llevamos casi tres semanas realizando un trabajo que está fuera del marco legal, cuando acá lo que corresponde es que se de por no presentada la acusación".
Los pasos a seguirTras la exhibición de las más de siete mil pruebas del proceso, en esta instancia la Fiscalía debe defender la pertinencia de peritos y testigos que comparecerán ante el tribunal, pero de los 794 testigos y 221 peritos, sólo en esta jornada fueron cuestionados más de 200, debido a errores de procedimiento.
Sin embargo, ninguno de ellos puede darse por eliminado, pues el juez Avilés permitió al Ministerio Público enmendar gran parte de estos errores de presentación, por lo que deberán ser nuevamente discutidos.
El abogado Farachi agregó que tal como ocurrió con las pruebas, estiman que cerca de un 50 por ciento de los testigos presentados por la Fiscalía podrían ser eliminados, porque no están referidos a la acusación original en el caso.