El ciudadano chileno de origen francés fue detenido a partir del 30 de julio de 1974 y se le vio por última vez en Londres 38.
Esta sentencia viene a sortear lo que alguna vez fue la aplicación de la Ley de Amnistía por los tribunales en este caso.
La quinta sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó las penas a 10 años de presidio a toda la cúpula de la DINA por el secuestro del ciudadano chileno de origen francés Alfonso Chanfreau Oyarce.
Fue detenido a partir del 30 de julio de 1974, en Santiago, y se le vio por última vez en el centro de detención clandestino de Londres 38.
El fallo del tribunal de alzada -integrada por las ministras Adelita Ravanales, Marisol Rojas y el abogado Jaime Guerrero- modificó la sentencia en lo relativo a la participación penal del ex agente de la DINA Basclay Zapata Reyes, de cómplice a autor del ilícito y, consecuentemente, aumentó la pena de 3 años y un día a 10 años de presidio.
Asimismo, la sala confirmó las condenas de 10 años de presidio para los ex agentes de la DINA Manuel Contreras Sepúlveda, Marcelo Moren Brito, Miguel Krassnoff Martchenko y Ricardo Lawrence Mires.
Esta sentencia viene a sortear lo que alguna vez fue la aplicación de la Ley de Amnistía por los tribunales en este caso.
Se rechazó la demanda de indemnización de perjuicios presentada contra el fisco, por considerar que el daño está siendo reparado a través de los beneficios derivados de la Ley 19.123 de Reparación y Reconciliación.
De acuerdo a los antecedentes del proceso, Alfonso René Chanfreau Oyarce, estudiante de filosofía de la Universidad de Chile y dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido por agentes de la DINA en su domicilio, ubicado en la comuna de Independencia, y trasladado al recinto de detención y torturas de Londres 38.
En el centro de detención clandestino, Alfonso Chanfreau fue sometido a torturas. Según testimonios de sobrevivientes, estaba en malas condiciones de salud, cuando fue sacado del lugar junto a otros siete prisioneros. Se le permitió, incluso, despedirse de su cónyuge -Erika Henning Cepeda-, quien también estaba recluida en el lugar.
