En el programa El Primer Café de Cooperativa, el ex ministro y ex candidato presidencial de la izquierda Jorge Arrate criticó duramente la elección de Rubén Ballesteros como nuevo presidente de la Corte Suprema, hecho que calificó como "un episodio triste y lamentable".
"Coincido con lo que ha dicho la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, porque estamos hablando de un personaje que tiene un largo currículum: el señor Ballesteros participó como letrado a lo menos en cinco consejos de guerra entre 1973 y 1976 que aplicaron muy severas penas, entre otros, a socialistas de la Región de Los Lagos", recordó.
Posteriormente, Ballesteros "falló siempre a favor de la impunidad de Augusto Pinochet, y siempre ha fallado por la aplicación de la Ley de Amnistía, una ley que contraviene los tratados internacionales de no prescriptibilidad" de los delitos de lesa humanidad, indicó.
Ahora, "acaba de salir el fallo que condenó a tres años de pena remitida, es decir, a pura firma, al carabinero que asesinó por la espalda, con una subametralladora UZI, a Matías Catrileo en el año 2008 (Walter Ramírez), y esto con el voto del ministro Ballesteros", dijo Arrate, recordando que "algo similar ocurrió cuando la sala de la Corte Suprema condenó a 14 años a (los miembros de la Coordinadora Arauco-Malleco) Héctor Llaitul y a 10 años a Ramón Llanquileo, José Huenuche y Jonathan Huillical en el juicio oral de Cañete".
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Ballesteros dice haber sido "víctima de las circunstancias, pero él fue un victimario", acusó Arrate. (Foto: Poder Judicial) |
Decisión moral
Rubén Ballesteros, "dice que 'el hombre es víctima de sus circunstancias', y yo creo que tiene razón, el problema es que él fue victimario de gente que fue condenada injustamente en consejos de guerra. El señor Ballesteros es un personaje que está en 'Los archivos del cardenal', eso es, y es lamentable para Chile que él llegue a ser presidente de la Corte Suprema", señaló Arrate.
El ex líder socialista argumentó que "es distinto vivir en una dictadura y fabricar empanadas o ser empleado de una empresa o funcionario público, que ser juez. Cuando el señor Ballesteros era muy joven él tuvo la opción de seguir en un Poder Judicial que -él mismo reconoce hoy día- no estaba haciendo justicia, o de haber renunciado y haberse dedicado al libre ejercicio de la profesión. Cuando uno tiene veintitantos años o 30 eso lo puede hacer sin ningún problema. Es lo que él debió haber hecho, haber tomado una opción moral, y esa opción moral él no la tomó".
Tras conocerse su elección y ante las consultas de la prensa sobre las críticas de los organismos de derechos humanos, Ballesteros justificó su actuar diciendo que "el hombre es víctima de sus circunstancias" y que durante el régimen militar "los jueces no vivían, como ahora, en un sistema democrático", situación que se puede comprobar que se repite "en todas las naciones del mundo que han tenido situaciones como la que se vivió" en Chile, donde "la judicatura tuvo los mismos problemas", declaró.