Adelita Ravanales se refirió a la crisis social y a la redacción de la nueva Carta Magna, asegurando que es importante garantizar una real "independencia".
"Es un desafío enorme, grande; que se vaya a hacer una Constitución no es menor", declaró.
La recien asumida ministra de la Corte Suprema, Adelita Ravanales, se refirió a la crisis social y al proceso constitucional, asegurando que los magistrados deben estar "conectados con la realidad", pero "no se puede tolerar la violencia demedida, injustificada".
En conversación con El Mercurio, la magistrada señaló que "es un desafío enorme, grande; que se vaya a hacer una Constitución no es menor. A la Corte Suprema le va a tocar decidir algunas cosas del Poder Judicial de qué se quiere, hay que participar en ello".
"Me interesa el tema de la modernización, de la legitimación y confianza de la gente. Esto último es importante, porque la gente, en algún minuto, podría tomarse la justicia por sí misma", advirtió Ravanales: "Para que esto no pase, ellos tienen que entender cuál es nuestra forma de trabajo, que pueden entrar a las audiencias y ver lo que pasa".
"El Poder Judicial tiene que definir cuál es su esencia. Hay cosas que no podemos abandonar: la independencia es algo que tenemos que defender en una nueva Constitución, estos principios no son transables, porque justamente lo que se hace es poner unos contrapesos", agregó la ministra de la Suprema.
Con respecto a los cuestionamientos y votos en contra del nombramiento del juez Raúl Mera a la Suprema en el Congreso, Ravanales señaló que "(Mera) Es un gran ministro y le tocó vivir una situación muy dura y justamente (fue) cuestionado por fallos judiciales, es algo muy duro".
"A mí no me compete oponinar cómo votó el Senado, está dentro de sus facultades, pero fue una situación lamentable que se afecte la independencia de los jueces y la imparcialidad, porque se pone en peligro al Poder Judicial", cerró.
