El Ministerio Público aún no determina si formaliza a Raúl Torrealba por fraude al fisco y malversación de caudales públicos.
PDI y Fiscalía han establecido que los dineros traspasados a las cuentas de Torrealba provenían de las concesiones de publicidad licitadas por la Corporación del Deporte.
El exalcalde de Vitacura Raúl Torrealba estaría ad portas de que el Ministerio Público determine formalizarlo por los delitos de fraude al fisco y malversación de caudales públicos, tras encontrar como pruebas cientos de depósitos en efectivo y una cuenta bancaria con 2.300 millones de pesos.
Conocedores de la investigación judicial han apuntado lo anterior y que, por la gravedad de los hechos, es probable que la Fiscalía solicite su prisión preventiva, publicó La Tercera.
El ente persecutor alzó el 1 de diciembre el secreto que tenía el expediente con las pruebas que complejizan al exalcalde por las supuestas irregularidades financieras en las subvenciones a los programas Vita, desarrollados durante la administración de Torrealba.
Así, la PDI halló una cuenta del Banco de Chile donde el exalcalde tiene más de 2.300 millones de pesos, cuyo origen resultaron ser cientos de depósitos en efectivo por diferentes montos de entre uno y seis millones. Pero su sueldo como alcalde, de acuerdo a los registros del Servicio de Impuestos Internos, era de 3 millones 500 mil pesos.
Por ello, la defensa del histórico jefe comunal de Vitacura alista la explicación de la procedencia del dinero, según el rotativo.
En septiembre del año pasado, la jueza Francis Fell dio una orden de entrada y registro en la segunda vivienda de Torrealba ubicada en el Lago Colico, en la Región de La Araucanía.
En dicho registro se halló fajos de billetes ocultos en una pared. De todas formas, las diligencias de ese día se centraron en el computador que utilizaba como alcalde y que trasladó hasta al sur antes de que su departamento de Vitacura fuera allanado.
La PDI y el fiscal Francisco Jacir han establecido que en varias oportunidades los dineros traspasados por su antiguo amigo, Domingo Prieto Urrejola, -que fue representante de las corporaciones Vita, sin fines de lucro-, a su colaboradora y directora de Desarrollo Comunitario, la publicista Antonia Larraín Prieto -sobrina de Prieto- y luego a Torrealba, provenían desde las concesiones de publicidad licitadas por la Corporación Municipal del Deporte.
