El ejecutivo del Banco Central Enrique Orellana Cifuentes, acusado de violar a sus tres hijas entre 2009 y 2010, cuando tenían tres, cuatro y nueve años de edad, fue declarado inocente y absuelto de todos los cargos que se le imputan.
El Cuarto Tribunal Oral en Lo Penal de Santiago dio a conocer este miércoles el veredicto definitivo del caso, al cabo del tercer juicio en contra del ingeniero, que finalizó ayer.
Dos juicios anteriores fueron anulados por la Corte Suprema: el primero había decretado la inocencia del imputado y el segundo lo condenó a 60 años de cárcel.
El dictamen –inapelable y que fue adoptado "por unanimidad" por los magistrados- fue leído por el presidente del Tribunal, Cristián Soto.
Los argumentos
El Tribunal cuestionó las pericias sexológicas que se utilizaron para acusar las violaciones, como el examen del ginecólogo obstetra Enrique Roncone, realizado en 2010 -que no tuvo el "estándar científico internacional" y omitió información relevante- y consideró que "la debilidad de la prueba referida tampoco se corrobora con las declaraciones de las presuntas víctimas, tanto por lo escueto de las mismas en juicio como por las inconsistencias con la pretendida develación".
"Este Tribunal no esperaba que los dichos de las niñas fueran idénticos en cada oportunidad en que fueron requeridos. Sin embargo, una imputación penal no puede sustentarse en relatos que variaron en circunstancias esenciales o que definitivamente no existieron, salvo en frases que no fueron inequívocamente alusivas a algún tipo de agresión sexual", leyó Soto.
Asimismo, respecto al testimonio de Yamilé Caba, madre de las niñas, se indicó que "las supuestas develaciones de sus hijas no parecen, a juicio de este Tribunal, consistentes y claros, sino más bien se muestran erráticos, dispersos, y con alto contenido emocional, que pareció provenir del dolor que produjo en ella el quiebre matrimonial".
En definitiva, "la prueba de cargo no alcanzó a formar la convicción suficiente para tener por acreditados los cargos imputados contra el acusado Orellana Cifuentes. La debilidad de la prueba pericial, unida a la mellada credibilidad del relato de las niñas y a los antecedentes, en contrario, aportados por la defensa, se vuelven razones suficientes para mantener la presunción de inocencia que beneficia al acusado. Por lo tanto, este tribunal por unanimidad de sus integrantes, decide absolver de todos los cargos al acusado, por lo que se dispone el alzamiento de toda medida cautelar", finalizó el juez Cristián Soto.
Enrique Orellana había afirmado ayer, al término del tercer juicio oral en su contra, que había vivido años de "infierno" y "pesadilla" tras esta acusación. Su ex esposa, en tanto, había manifestado "confianza" en la Justicia.
"Un daño irreparable"
A la salida del Tribunal Orellana recordó que él siempre, desde el primer día, defendió su inocencia y que incluso cuando se enteró de la acusación, estando de viaje en el extranjero, no dudó en volver a Chile.
"Son sensaciones muy encontradas. Por un lado no puedo negar que estoy muy contento por la decisión que se ha tomado, pero por otro lado también tengo sentimientos de mucha pena, porque esto no termina. Mis hijas siguen estando sometidas a una tortura con su madre", declaró Orellana.
"Durante los tres últimos años me pude acostar cada noche con mi conciencia tranquila. Ella no", agregó el ejecutivo, que insistió en las críticas a su ex esposa.
"Yo me enamoré de otra mujer y ella no fue capaz de aceptar eso. Además tuvimos al final, antes de que esto se desatara, un tema de discusión sobre la tuición de las niñas. Yo quería pedir la tuición porque están en muy mal estado", afirmó.
"Creo que al final el peor juez que ella (Caba) va a tener van a ser sus propias hijas, porque algún día las niñas van a crecer y van a saber la verdad, y ellas son las que le van a pedir explicaciones", señaló.
"El daño que le hicieron a mis hijas es irreparable. No sé si las voy a poder ver algún día, a pesar de que nunca les hice nada. Me quitaron a mis hijas", fue otra de las frases del ingeniero comercial, que señaló que ahora sólo quiere ir a su casa y abrazar a su actual pareja.
"Yo lo único que quiero decirle a mis hijas es que yo las quiero, las amo. Que nunca he dejado de quererlas, nunca he dejado de pensar en ellas", declaró ante la prensa.
Fiscalía: La prueba era suficiente
El jefe de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, Andrés Montes, dijo que el próximo 9 de octubre, cuando se haga pública la sentencia absolutoria, evaluarán la posibilidad de impugnar la resolución.
"Estimamos que la prueba ha sido la rendida en el juicio y que ésta demostraba los hechos que formaban parte de la acusación. Nos sorprende y nos preocupa particularmente la situación de las víctimas", dijo Montes.
El fiscal indicó que el peritaje científico de Roncone, "un prestigioso médico del Servicio Médico Legal" era "suficiente para acreditar los hechos en la forma en que fueron expuestos en la acusación. Sin embargo, para tomar una decisión vamos a tomar esperar la sentencia definitiva del caso", indicó Montes.