Luego de dos infructuosas audiencias, la Fiscalía de La Ligua concretó este martes la formalización del ex párroco de Zapallar, Juan Roberto Julio, por los delitos de apropiación indebida, giro doloso de cheques, estafa, venta indebida de sepulturas y la compra ilegal de una camioneta.
Por estas acusaciones, desde 2013 el obispado de San Felipe trasladó al sacerdote hasta la parroquia Santa Rosa de Lima, de Los Andes.
Las audiencias anteriores no fructificaron por dos certificados médicos por variadas enfermedades, que mantuvieron al clérigo sin ser formalizado.
"Hay antecedentes suficientes para acreditar todos estos hechos que se han indicado. Él giro todos los cheques, les encargó a estas personas que una vez que los cobraran, cuando los protestaran, se los entregaran a él. Toda esta gente presentó sus cheques a cobro, fueron protestados por orden de no pago y él los recuperó todos", dijo el fiscal Benjamín Santibáñez.
Cuatro meses de investigación y firma mensual fueron parte de las cautelares decretadas por el tribunal para el religioso.
"Es un tiempo acotado, pero confiamos en que vamos a poder recabar la información para esclarecer las imputaciones, la mayoría de ellas no tienen relación con los antecedentes de la carpeta de investigación", dijo el abogado defensor Julio Roberto Pierantelli.
Los cuestionamientos contra el cura Juan Roberto Julio comenzaron en el año 2012, cuando en septiembre de ese año la familia de Zapallar Moreno Wilson interpuso una denuncia en contra del presbítero por usurpación indebida de terrenos en el cementerio local.
En aquella oportunidad las irregularidades acusadas habrían involucrado cerca de 60 millones de pesos, pero en total todos los delitos por los cuales fue formalizado Julio llegan a los 200 millones de pesos.