Aunque valoró que se asuman las responsabilidades políticas, el Mandatario recalcó que "todo el mundo sabía" lo que ocurría con los detenidos por la represión.
El Presidente Ricardo Lagos manifestó cuesta imaginar que las autoridades civiles del gobierno dictatorial de Augusto Pinochet no conocieran las acciones de los organismos de represión, tal como lo ha argumentado el ex ministro del Interior, Sergio Fernández.
"Si ellos no tenían conocimiento que en Chile en aquellas épocas, cuando a usted lo tomaban preso lo trataban mal, por no decir lo torturaban, cuesta imaginarlo (o) comprenderlo", expresó el Mandatario.
Pese a que valoró que Fernández haya hecho un reconocimiento de sus responsabilidades políticas mientras ejercía como jefe de Gabinete entre 1978 y 1982, el Presidente Ricardo Lagos recalcó que "todo el mundo sabía que eso ocurría".
"Las cosas que se hicieron allí, que se dijeron, es extraño que otras personas no lo supieran. Lo que sí me parece muy importante es que cada uno asuma sus responsabilidades", concluyó.
Abogado Contreras valoró los dichos del Mandatario
Por su parte, el abogado querellante en el caso "Operación Contreras, Eduardo Contreras, valoró los dichos del Presidente Lagos y afirmó que con ellos, el Mandatario corrigió la postura que -a su juicio- expresó el vocero de La Moneda, Francisco Vidal, a favor de los civiles de la dictadura.
"No hemos enterado con satisfacción que el Presidente Lagos ha corregido a su vocero, el señor Vidal, quien dio muestras evidentes de querer (...) buscar acuerdos, le parecía improcedente que se procesara a los funcionarios civiles del régimen. Sin embargo, creo que el Presidente ha dicho la última palabra", dijo el profesional.
El jurista asimismo señaló que el juez Juan Guzmán acogió su petición de realizar diligencias previas al análisis de estudio del desafuero del senador Fernández.
Entre ellas figura, adjuntar al proceso un libro de la Vicaría de la Solidaridad donde aparecen casos de 488 detenidos desparecidos, cuyos datos fueron entregados a Fernández por el cardenal Raúl Silva Henríquez, en 1978.
