Un informe de Contraloría alertó sobre un "descontrol" en Gendarmería sobre las identidades de los reos que se encuentran recluidos a nivel nacional, ya que solamente 0,1 por ciento han sido verificados usando un sistema biométrico.
Según publicó La Tercera, la institución asegura que esta situación puede generar riesgo como suplantación de identidad de internos, como ya ocurrió en 2019 en la cárcel de Puente Alto.
En el caso de los extranjeros la cifra es aún menor, ya que no se ha cotejado la información con el Registro Civil.
Junto a esto, también se detectaron fallos en los aparatos para la toma de huellas, los que dificultan la identificación, y problemas en el software, ya que utilizan Windows 7, plataforma que ya no cuenta con soporte tecnológico.
Otra vulneración descubierta en el sistema es que no están definidos los accesos de lectura o escritura de los datos, "permitiendo grabar, eliminar y efectuar acciones que no están autorizadas para cada rol", lo que "puede conllevar a que exista manipulación de la información relacionada a los internos de recintos penitenciarios".
Gendarmería tiene un plazo de 60 días para responder a los cuestionamientos de Contraloría.