Debido a que solamente seguían órdenes, cinco fueron reformalizados en calidad de cómplices.
Dos siguen imputados como autores del homicidio del bebé.
Integrantes de la secta participaron en la reconstitución de escena en diciembre.
La Fiscalía reformalizó cinco integrantes de la secta de Antares de la Luz por el asesinato de un bebé recién nacido, cambiando el cargo de asesinato por complicidad.
El cambio se debe a que el Ministerio Público, luego de la reconstitución de escena, decidió que los miembros del grupo actuaron bajo las órdenes de su líder, quien les exigió sacrificar al bebé que tuvo junto a Natalia Guerra.
El Fiscal Carlos Parra declaró a La Segunda que "la decisión de reformalizarlos dice relación fundamentalmente con que hay nuevos antecedentes, con que se les volvió a tomar declaraciones, con informes del Servicio Médico Legal y con la reconstitución de escena".
Posteriormente, dijo a Cooperativa que, pese a todo, las penas que arriesgan siguen siendo altas: "Por un delito de homicidio calificado parte en 10 años y un día. El grado de desarrollo cómplice implica la rebaja de un grado, es decir, de cinco años y un día a 10 años. Las circunstancias modificatorias que han solicitado los defensores son dos, irreprochable conducta anterior y la de colaboración sustancial, podría hacer rebajar ese grado en uno más, a uno entre tres años y un día y cinco años".
"Eso en teoría de acuerdo a lo que plantean los defensores, por lo cual pidieron el cambio de la medida cautelar que se decretó", añadió.
David Pastén y Carolina Vargas podrán salir de los recintos en que se encuentran detenidos para cumplir con arresto domiciliario nocturno. María del Pilar Álvarez, Karla Franchy y Josefina López seguirán cumpliendo con la misma medida.
A partir de ahora, los imputados arriesgan penas que llegan hasta los cinco años y un día de cárcel. Debido a su irreprochable conducta anterior, es probable que queden en libertad al terminar el proceso.
Solicitud de sobreseimiento para Guerra
Pablo Undurraga, imputado por homicidio, seguirá encarcelado y arriesga una pena superior a los 10 años y un día, al igual que la madre del bebé, Natalia Guerra, imputada por parricidio, que podría ser condenada a 15 años y un día.
Guerra será internada en el Hospital Psiquiátrico de Putaendo y ya se prepara la solicitud de sobreseimiento, ya que para su abogado Claudio Pérez ella ya no es un peligro para la sociedad.
"Al estar dentro de una secta, ahí tenía este cuadro sicótico de delirio compartido, pero dimos a entender que ella sale de la secta en enero de 2013, que cae en prisión preventiva justamente porque ella va a confesar los hechos a la PDI y que durante todo el 2013 está con un tratamiento psicológico, estando recluida en prisión preventiva en la Cárcel de San Miguel", explicó.
El abogado afirmó que, "por lo tanto, ciertamente, cuando ella rompe con esta lógica de estar al interior de una secta y recibe un tratamiento, lo cierto es que va a ir evolucionando y volviendo el sentido de la realidad".
El Juzgado de Garantía de Quilpué también determinó la ampliación del plazo de investigación por 60 días, ya que aún hay diligencias pendientes.
