La condena dictada por el juez Solís por el secuestro de 11 opositores a la dictadura es la más severa de todas las causas de DD.HH. en los tribunales chilenos.
El juez Alejandro Solís condenó al teniente coronel Hugo Guerra Jorquera a 18 años de cárcel por 11 secuestros calificados de campesinos de la Décima Región en octubre de 1973.
Junto con el militar, un civil identificado como Luis García Guzmán, dueño de las Termas de Liquiñe en la Provincia de Valdivia, fue condenado a cinco años y un día por el secuestro calificado de una de estos opositores a la dictadura y por haber participado en operativos de represión.
Esta condena es una de las más altas en los causas de derechos humanos que se encuentran vigentes en el país.
En marzo de 2003 se dictó el auto de procesamiento por el secuestro y homicidio de 15 campesinos de Liquiñe, ubicado en la comuna de Panguipulli el 10 de octubre de 1973.
Hugo Guerra fue procesado por 11 de las víctimas, que según testigos, fueron ejecutados sobre el puente Toltén y sus cuerpos lanzados al río. En el operativo participaron militares, efectivos de la Fuerza Aérea del Grupo nº 3 de Helicópteros de Maquehua, de Temuco y carabineros del retén Liquiñe y civiles.
La resolución puede ser recurrida ante la Corte de Apelaciones, y en caso de que se rechace, es posible presentar un recurso de casación ante el máximo tribunal alegando, por ejemplo, un error en la interpretación de la ley o que se hayan afectado las garantías constitucionales.
