El obispo auxiliar de Santiago y administrador apostólico de Talca, Galo Fernández, declaró en calidad de testigo en la Fiscalía de Rancagua, en el marco de las indagatorias que lleva el Ministerio Público sobre las denuncias contra la iglesia católica por abusos sexuales.
El sacerdote llegó cerca de las 10:00 de la mañana al Ministerio Público de O'Higgins y antes de ingresar, expresó que espera que la verdad resplandezca en las causas investigadas en la iglesia católica.
"Vengo a colaborar con la justicia, lo hago con plena disponibilidad para poder ayudar a que la investigación siga su curso y resplandezca la verdad de la justicia. No tengo claridad sobre qué causas me han pedido, pero entregaré toda la información que pueda", expresó Fernández.
Posteriormente, el sacerdote detalló que declaró "fundamentalmente en los casos de Óscar Muñoz y de Jorge Laplagne. He dejado ante el Ministerio todo el conocimiento".
"Obviamente que en mi calidad de vicario de la zona progresivamente fui enterándome y tuve conocimiento, además, de las denuncias y el proceso que se ha hecho después. Son denuncias muy graves, muy dolorosas", aseveró.
El obispo Fernández es el primer sacerdote en declarar en esta nueva ronda de citaciones que lidera la Fiscalía Regional de O'Higgins y que involucra al cardenal Francisco Javier Errázuriz y el obispo Fernando Ramos.
Los laicos de Santiago piden que también se interrogue a Galo Fernández por su rol en el traslado de Diego Ossa, discípulo de Karadima.
Patricio Cisternas, ex asesor de la Pastoral Juvenil de la capilla Cristo Resucitado de Pudahuel, expresó que "de ellos también fue la responsabilidad de derivarlo, el papa dice claramente que ellos trasladaban a los sacerdotes que estaban cuestionados o que estaban con problemas de conductas sexuales o de abusos o de encubrimiento".
"Nos decían que no tenía ningún tema judicial pendiente, entonces después, pasando los años, nos damos cuenta que nos mintieron, porque tenían una medida penal", añadió.
Este miércoles se espera que otros obispos lleguen a declarar ante el Ministerio Público, mientras que en la Corte de Apelaciones de Santiago se va a revisar la solicitud de sobreseimiento parcial presentada por la defensa del arzobispo Ricardo Ezzati.