A 25 años del crimen, la madre del menor presentó una acción legal que podría esclarecer un homicidio que el hoy ministro de la Corte Suprema Ricardo Gálvez no pudo aclarar.
Ante el 17° Juzgado del Crimen de Santiago el abogado Roberto Celedón presentó una querella por secuestro, torturas y homicidio calificado en contra de los agentes del Estado que resulten responsables del secuestro y muerte del menor Rodrigo Anfruns Papi, quien apareció muerto en un sitio eriazo el 14 de junio de 1979, 11 días después de desaparecer en extrañas circunstancias.
El jurista explicó que el escrito establece que se trata de un crimen de lesa humanidad, por lo que tiene un carácter imprescriptible.
"Una persona que estuvo en el lugar donde encontraron el cuerpo de mi hijo estuvo presente cuando lo depositaron, y eso implica que no pudo haber estado los 11 días ahí, porque hay testigos", afirmó la madre del menor, Paola Papi, quien agregó que los nuevos antecedentes que permiten reabrir la causa son "a raíz del libro de la periodista Soledad Pino, 'Una verdad pendiente', a raíz de eso es que este carabinero en retiro decide hablar".
Jorge Rodríguez Márquez, oficial en retiro de Carabineros, fue la fuente que dio a conocer a la profesional de la prensa los entretelones del crimen, como el hecho de que él mismo condujo a los dos funcionarios de Investigaciones que pusieron el cuerpo en el lugar donde apareció.
Además, la familia Anfruns también presentó una querella por sustracción, luego que se confirmara que el expediente del caso está perdido.
El caso fue investigado en su momento por el juez Ricardo Gálvez, quien actualmente es ministro de la Corte Suprema, y de acuerdo a la versión oficial entregada en la época, el crimen fue cometido por un menor de 16 años, quien el 14 de junio de 1979 llevó a la policía a un sitio eriazo situado tras el hogar de los abuelos del niño, donde se halló el cuerpo.
Sin embargo, durante los 11 días que duró la incertidumbre, personal policial rastreó en numerosas ocasiones el mismo lugar, sin encontrar el cadáver. La versión fue respaldada por la dictadura militar, cuyos ministros de Interior y Justicia, Sergio Fernández y Mónica Madariaga, respectivamente, públicamente apoyaron la tesis de Investigaciones.
Según el jurista que representa a Paola Papi, Ricardo Gálvez se condicionó a las tesis del Gobierno y no quiso aceptar el testimonio de quienes rebatían la postura oficial, desarrollada por Investigaciones, entre ellos, el del mismo Rodríguez Márquez.
Algunas versiones desarrolladas en indagaciones periodísticas posteriores indican que Rodrigo Anfruns Papi fue secuestrado por error, en el marco de una operación ilegal de los servicios de seguridad, por una rencilla personal entre oficiales castrenses. Por ello -de acuerdo a estos datos- el homicidio pudo ser encubierto y se culpó, con el respaldo gubernamental, al adolescente Patricio Pincheira Villalobos.
