La UDI, RN y Evópoli interpelaron al Presidente Boric "a que construya un clima de unidad".
El texto dado a conocer de manera oficial hoy tiene entre sus puntos clave el compromiso con la democracia, los DD.HH. y la seguridad, además de condenar el terrorismo.
Tal y como se había anunciado en la víspera, los partidos de Chile Vamos -Renovación Nacional (RN), la Unión Democrática Independiente (UDI) y Evolución Política (Evópoli)- presentaron este miércoles su declaración propia por los 50 años del golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende (1970-1973), que derivó en la imposición de la cruenta dictadura encabezada por el general Augusto Pinochet (1973-1990), llamando a respetar las diferencias y "sin imponer verdades únicas".
Tras suscribir el documento, los dirigentes de la coalición de derechas confirmaron que no asistirán al acto conmemorativo que prepara para este lunes el Gobierno de Gabriel Boric en La Moneda.
"Yo llamo al Presidente Boric a que recoja esta carta. Lo invitamos a leerla, a suscribirla. Lo interpelamos a que él construya un clima de unidad a pocos días del 11 de septiembre. Presidente Boric: usted será responsable del clima que a usted ha construido en los últimos días. Si no genera un pie atrás respecto a generar puntos de fricción, lamentablemente podríamos tener un 11 de septiembre violento", aseguró el timonel y senador de RN, Francisco Chahuán, en la sede del antiguo Congreso Nacional en Santiago.
En el mismo tono, el secretario general y diputado de RN, Diego Schalper, afirmó que "para cualquier oposición es imposible participar un acto que dice llamar a la reconciliación cuando todos los hechos que han antecedido han generado un clima de confrontación y polarización".
"La oposición hoy reafirma su compromiso con ciertos principios fundamentales pero al mismo tiempo emplazamos al Presidente por su responsabilidad y la de su Gobierno, con ser incapaces de construir un hito de reconciliación para los chilenos", agregó.
"Nosotros no vamos a asistir al acto del lunes en La Moneda. Eso está confirmado", dijo el senador y presidente de la UDI, Javier Macaya.
"Son actos donde el texto que se firma es tan importante como el contexto en el que se dan las situaciones. En ese contexto, nosotros no vamos a participar", apuntó el timonel gremialista.
Macaya aseguró que la declaración de Chile Vamos "es una oportunidad para el Gobierno. Todo lo que ha hecho el Gobierno en los últimos meses ha sido contribuir a generar un clima de confrontación, de odiosidad, de imponer una sola verdad histórica".
"Le quedan pocos días y yo creo que esta carta es un buen insumo para que el Gobierno enmienda el rumbo de lo que ha sido esta conmemoración", aseveró.
AHORA: Chile Vamos presenta su declaración por los 50 años.
— Mariano Reyes C (@MarianoIRC) September 6, 2023
Incluyen compromiso con la paz, condenando el terrorismo como promoción de ideas. @Cooperativa pic.twitter.com/xhokGwNyat
El escrito, de una carilla, se titula "50 años del quiebre de la democracia", está firmado por los timoneles y secretarios generales de la coalición de derechas, contiene siete compromisos y un emplazamiento directo al Presidente Gabriel Boric.
El documento señala que el golpe de 1973 "marcó la culminación de una profunda fractura social y política que afectó gravemente nuestra convivencia, con efectos cuya huella pesa hasta hoy en nuestras relaciones y confianzas".
"La vivencia que cada persona experimentó y sus severas consecuencias nos obligan a reflexionar sobre estas cinco décadas, tomar conciencia de los aprendizajes y errores cometidos por todos los sectores, y mirar hacia el futuro", plantea.
"Reflexionando sobre el pasado y observando el presente, invitamos a todas las personas que aman a Chile a trabajar unidos por nuestro porvenir, respetando las diferencias y las historias propias, sin pretender imponer verdades únicas, acogiendo con empatía el dolor de quienes han sufrido y buscando los espacios de acuerdo que nos lleven al futuro de bienestar, equidad y desarrollo humano al que aspiramos", señala otro párrafo.
"Invitamos al Gobierno, y en particular al Presidente Gabriel Boric y su equipo, a promover un mensaje convocante, que enfatice los aspectos que nos unen, sin odio ni resentimiento, velando porque el próximo lunes 11 de septiembre quede atrás la violencia política y sea una jornada pacífica y segura para todos", sentencian los timoneles Javier Macaya, Francisco Chahuan y Gloria Hutt, y los secretarios generales María José Hoffmann, Diego Schalper y Juan Carlos González (ver archivo adjunto).
Los siete nuestros compromisos que declaran los dirigentes son los siguientes:
A juicio de la diputada de Convergencia Social (CS) Emilia Schneider, bisnieta del excomandante en jefe René Schneider, asesinado en octubre de 1970 por un grupo de extrema derecha a días de que Allende asumiera como mandatario, la declaración de Chile Vamos "claramente no está a la altura de lo que se espera de la derecha a 50 años".
"No se menciona una sola vez la palabra 'dictadura', no se pide perdón por haber estado involucrado en ella ni tampoco se hace una condena clara a la dictadura de Augusto Pinochet", reprochó la parlamentaria del partido del Presidente Boric.
En la misma línea, la presidenta y senadora del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic, planteó que el documento de la derecha "recuerda a aquella época en que había que hablar de 'pronunciamiento militar' porque estaba proscrita la palabra 'golpe de Estado'".
"Lo que ocurrió en Chile fue un golpe de Estado y hay que reconocerlo. El respeto a la democracia y a los derechos humanos no es en un Gobierno sí y en otro Gobierno se relativiza", agregó la líder del partido de Allende.
Sobre responsabilizar al Presidente Boric por las posibles manifestaciones este lunes, la segunda vicepresidenta del PPD, Natalia Piergentili, recalcó que "yo creo que este no va a ser ni el primer ni el último 11 de septiembre que tiene focos de manifestación en algún lugar, no quiero con esto naturalizarlo, digo que esto no va a ser la primera vez y que tiene que ver con heridas, cicatrices que tenemos y que muchas veces se manifiestan de forma violenta, que no lo queremos por cierto".
La dictadura de Pinochet dejó un saldo de casi 40.000 víctimas, entre ellas al menos 3.200 opositores asesinados de los que 1.469 fueron víctimas de desaparición forzada.
Tras décadas de búsqueda se encontraron e identificaron los restos de 307 y aún falta encontrar a otros 1.162, según las últimas cifras oficiales.
