Polémica y dudas causó el izamiento de la bandera chilena, este martes, en el Tribunal Constitucional; justo en el día de la conmemoración de los 45 años del golpe de Estado.
El hecho generó suspicacias por su posible interpretación como un gesto de adhesión al derrocamiento de Salvador Allende y la posterior dictadura, sobre todo porque el presidente del TC, Iván Aróstica, ha declarado públicamente su admiración por el mundo militar.
"El tribunal constitucional, por decision de su presidente, el 'señor de los corvos', creyó oportuno celebrar el bombardeo de la moneda embanderándose. Un tribunal constitucional no puede celebrar un golpe de Estado", alegó en redes sociales el abogado socialista Fernando Atria, que se preguntó si a los ministros del TC "no les parece a ellos un escándalo esto".
Aquella adhesión "por lo menos a mí no me representa, y creo que tampoco quiere representar a otros ministros", dijo a Cooperativa, desde Madrid, el ministro del TC Nelson Pozo.
"Es un tema de dignidad del cargo que uno representa, que aquí no puede afectarse una institución, por mucho que se tenga opiniones personales", agregó Pozo.
"¿Qué objeto tiene eso de izar una bandera? La opinión pública va a entender mal el mensaje. El Tribunal no puede ser abanderizado, tiene que ser neutro, tiene que tener un criterio absolutamente de cuidado de situaciones que, además, fueron terribles para el país para muchos sectores. El tribunal debe respetar los derechos humanos", sentenció Pozo.
Hasta el momento no se ha respondido de manera oficial a las críticas por la medida adoptada durante esta jornada.