El diputado Cristián Labbé, vicepresidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), reflexionó en El Primer Café sobre el estallido social del 18 de octubre de 2019, destacando su impacto en el Gobierno de Sebastián Piñera (2018-2022).
"Al Presidente Piñera le tocó muy duro, al igual que a todo el Gobierno que estaba en esa época. No solo más duro por lo que estaba pasando, sino por el ambiente político que había en el Congreso en ese entonces", dijo el parlamentario.
Labbé criticó al actual Presidente Gabriel Boric y a la ministra de la Secretaría General de Gobierno (Segegob), Camila Vallejo, quienes en ese momento eran diputados, por supuestamente justificar acciones como saltarse los torniquetes durante las protestas.
"El mismo Presidente Gabriel Boric, que hoy día es el Presidente de Chile, en su calidad de parlamentario, terminaba fomentando y diciendo en algunas cuñas por ahí que justificaba el saltarse los torniquetes. Así (también) la ministra Vallejo, así también la presidenta de la Cámara de Diputados (Karol Cariola)", sostuvo.
Labbé enfatizó la necesidad de reflexión y "los que tengan que pedir perdón tendrán que pedir perdón".
También planteó la pregunta de si es hora de que la estatua del general Manuel Baquedano "vuelva a la plaza donde comenzó el octubrismo", como una señal de unidad y progreso. Esto, según el diputado, podría ser un paso para "regularizar Chile, para que Chile mejore".
Finalmente, Labbé reconoció que algunas de las demandas sociales que impulsaron el estallido social "siguen vigentes", pero apuntó que es responsabilidad del actual Gobierno abordarlas, ya que "llegó al poder prometiendo que las iba a sanar o las iba a mejorar". Sin embargo, hasta ahora "no ha hecho", concluyó.
Timonel DC: Las causas del estallido social "siguen estando vigentes"
También en El Primer Café, el diputado y presidente de la Democracia Cristiana, Alberto Undurraga, destacó que las causas del estallido social "siguen estando vigentes", como la desigualdad, las demandas sociales, la inequidad comunal y los problemas en pensiones y salud.
El dirigente enfatizó que la crisis tuvo dos expresiones: una violenta, que "es condenable", y otra pacífica, que representa a "millones de personas que se reunían en marchas".
Undurraga resaltó que la sociedad valora cambios significativos, pero también busca "acuerdos y gradualidad" para abordar estos problemas. Destacó, en ese sentido, la importancia de "liderazgos que tengan capacidad de estar en terreno" y construir consensos a nivel comunal, regional y nacional.
Aseguró que "el camino de solución" pasa por lograr acuerdos y cambios sostenibles, lo que requiere gradualidad y no soluciones inmediatas. No obstante, alertó que "los extremos, tanto la extrema derecha como la extrema izquierda", dificultan lograr estos entendimientos.