El analista político Carlos Correa reflexionó en torno a la conmemoración del estallido social del 18 de octubre y señaló que "no hay nadie que piense que la democracia chilena está sana, todos estamos convencidos que necesitamos una curación profunda".
En conversación con Cooperativa, el ingeniero entregó su visión respecto a lo que llevó a la crisis social de hace un año y las consecuencias que trajo, las manifestaciones y la manera en que se realizaron.
Además, apuntó a la violencia que ha marcado este año tras el 18 de octubre del 2019 y sostuvo que "es una herida en nuestra democracia que tenemos que solucionarlo, me parece inaceptable el nivel de violación de derechos humanos que llegamos, como también me parece inaceptable la violencia que se desplegó en esos días y posteriores, incluyendo la quema del Metro".
"Evidentemente no es una fecha de celebración", aclaró.
Y agregó que "el país cambió completamente, la imagen que tenía cierta élite política y económica que nosotros vivíamos en un oasis se cayó al piso, no era así".
Correa indicó que, en aquel entonces, "teníamos la sensación de que efectivamente éramos una especie de tranquilidad y hoy día creo que no hay nadie que piense que la democracia chilena está sana, todos estamos convencidos que necesitamos una curación profunda".
Y, finalmente, señaló que parte de la crisis son los partidos políticos, que no supieron entender las disconformidades de la sociedad chilena. "El sistema político chileno está en una posición tan crítica que no es capaz de procesar los descontentos que tienen las personas, no lo hacía hace un año y no lo hace ahora tampoco", concluyó.