Con arresto domiciliario quedó este sábado un carabinero acusado de causar un trauma cerebral a un joven en noviembre pasado, esto en el marco de las manifestaciones registradas tras el estallido social.
El imputado, identificado como César Orellana, fue formalizado por homicidio frustrado tras ser investigado por ocupar una escopeta lanza gases "de manera directa" y a una distancia muy corta -cerca de 30 metros- contra manifestantes en medio de enfrentamientos.
La víctima de este hecho, Vicente Hernández, de 21 años, recibió el disparo y cayó al suelo, para luego sufrir convulsiones y perder masa encefálica.
Según consignó el diario El Mercurio, el Ministerio Público afirmó que el Manual de Operaciones de Carabineros sostiene que este tipo de armamento "deben ser disparadas a 45° y de forma indirecta, es decir, nunca en dirección al cuerpo".
La Fiscalía también sostuvo que los policías lo tomaron en brazo y luego lo abandonaron en el lugar, sin prestarle auxilio, siendo ayudado por los mismos manifestantes quienes lo llevaron a un centro asistencial.
"El tribunal entendió que se encontraban acreditados los supuestos materiales del delito de homicidio frustrado. Sin perjuicio de aquello, no se concedió la cautelar de prisión preventiva por estimar que si bien están acreditados los presuntos, la necesidad de cautela se satisfacía con un arresto domiciliario total", señaló al rotativo la jefa de Alta Complejidad de la Fiscalía Centro Norte, Ximena Chong.
Además, se dio un plazo de 120 días para la investigación.