Miembros del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile criticaron este sábado "el saqueo y la profanación de la parroquia de La Asunción de María", además de expresar "su solidaridad con el administrador apostólico Monseñor Celestino Aós y con todos los fieles de la arquidiócesis de Santiago".
Esta crítica se realizó tras las manifestaciones de este viernes en Vicuña Mackenna, que terminaron con la parroquia vandalizada y cuyos símbolos y mobiliario fueron usados como barricadas.
"Nos duelen el maltrato a las personas, los constantes saqueos y la violencia, venga de donde venga; nos causa dolor el ataque a templos y lugares de oración sin ningún respeto por Dios y ni por quienes creemos en Él", señalaron en un comunicado.
Además, añadieron que esperan que "nuestra oración a Dios sea insistente para invocar su perdón por las profanaciones y, como Iglesia, repararemos estas gravísimas ofensas a Dios y a sus fieles".
En el comunicado, los integrantes de este comité esperan que se "identifiquen a los responsables y se les sancione".
Obispos piden sanciones
"Los violentistas sólo nos impiden mirar con la debida atención los reclamos justos de la mayoría del pueblo chileno que anhela soluciones reales y pacíficas", señala la declaración episcopal.
Para controlar los desmanes y restablecer la convivencia cívica, los obispos piden a las autoridades "que apliquen la ley y la ejerzan con todos los recursos propios de un estado democrático. La gente no sólo está cansada de la injusticia, también de la violencia, y la gran mayoría esperamos con ansias el diálogo en respeto que reconstruya el tejido social".
La declaración fue firmada por el presidente de la Conferencia Episcopal, Santiago Silva; el vicepresidente, René Rebolledo; el secretario general, Fernando Ramos; y el miembro del Comité, Juan Ignacio González.