El Sétimo Juzgado de Garantía accedió a la solicitud del Ministerio Público y decretó prisión preventiva para el teniente coronel de Fuerzas Especiales de Carabineros Claudio Crespo Guzmán, dado de baja en julio, arrestado hoy como presunto autor material de los disparos que dejaron ciego al joven Gustavo Gatica durante la ola de protestas que comenzaron en el país en octubre de 2019.
El ex uniformado fue arrestado este viernes -durante la madrugada- en su domicilio de la comuna de Ñuñoa por la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones (PDI), por orden de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, y fue formalizado esta misma jornada por los delitos de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas.
En la extensa audiencia telemática de imputación de cargos, la jueza Marcia Figueroa consideró que la libertad de Crespo constituye un peligro para la seguridad de la sociedad y también existe peligro de fuga, además de la gravedad de la pena que arreisga: presidio mayor en su grado mínimo.
De esa forma, ordenó la reclusión del ex uniformado en el anexo de la Subcomisaría Pudahuel Norte, recinto penitenciario especial para ex funcionarios de Carabineros, y fijó un plazo de investigación de 90 días.
"Ánimo de causar una lesión grave e infligir dolor a una persona"
En la formalización, la Fiscalía presentó evidencias balísticas y registros audiovisuales que acreditaban la presencia de Crespo, y también relató los hechos ocurridos en noviembre que se le acusan al ex policía.
"En la intersección de calles Vicuña Mackenna y Carabineros de Chile, en la comuna de Santiago, se encontraban apostados un número indeterminado de manifestantes, quienes proferían consignas contra Carabineros, y lanzaban elementos contundentes a los vehículos tácticos y los funcionarios presentes en el lugar", comenzó el fiscal Francisco Ledezma.
En esas circunstancias fue que "el imputado se parapetó y abusando de su cargo, con la intención de castigar, disparó la escopeta antidisturbios directamente al tercio superior del cuerpo de los manifestantes", con la precisión de que "en el momento en que se despliega el disparo aludido, no existía riesgo alguno para la integridad (física) de Carabineros", complementó.
Producto de esos disparos, afirmó el persecutor, "Gustavo Gatica Villarroel resultó herido, mismas lesiones que determinaron la pérdida total de la visión en ambos ojos de la víctima".
En ese sentido, la magistrada consideró que existió en Crespo "ánimo de causar una lesión grave e infligir dolor a una persona, y se tradujo en una lesión grave gravísima", y que "no cabe duda de que es él quien dispara el arma antidisturbios que ocasiona las lesiones, con los antecedentes vertidos en la audiencia".
La jueza argumentó que en las circunstancias que ocurre el hecho no se advierte riesgo para la integridad de los carabineros y apuntó que incluso otro oficial que acompañaba a Crespo se hincó, al momento de disparar su escopeta antidisturbios, para tener menos altura y no afectar a los manifestantes en su tercio superior.
La fiscal Ximena Chong reconoció estar muy satisfecha con el resultado, sosteniendo que el tribunal "entendió que la conducta del imputado fue dolosa y coincidió con el Ministerio Público en que el delito es contra los derechos humanos, contra los derechos fundamentales".
Gustavo Gatica, de 21 años y estudiante de psicología, fue gravemente herido alrededor de las 18:00 horas del 8 de noviembre en los alrededores de Plaza Italia, epicentro de las protestas, y tras pasar 17 días hospitalizado se confirmó que los perdigones recobidos en sus ojos lo dejaron ciego.
Por su parte, el abogado Jorge Martínez, defensor del ex carabinero, afirmó en Cooperativa que "él estuvo en el área desde las cuatro de la tarde, pero en el momento preciso (de los disparos contra Gatica) no estuvo", por lo que "no existe un delito de apremios ilegítimos en ningún caso y la conducta de los funcionarios estuvo totalmente ajustado a la ley".
El ex teniente coronel, denominado "G-3", ya había sido desvinculado de Carabineros a finales de julio pasado, luego de que un sumario interno estableciera responsabilidades en irregularidades en la descarga de imágenes de la Go Pro que portaba el día que Gatica fue herido.
En la causa también intervienen como querellantes el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y el Consejo de Defensa del Estado (CDE), mientras que el ex fiscal Carlos Gajardo ejerce como abogado de Gatica.