Diario argentino y protestas en Chile: "Hasta que valga la pena vivir"
Página 12 le dedicó su portada a los movimientos sociales en Chile.
Página 12 le dedicó su portada a los movimientos sociales en Chile.
Este martes, River Plate clasificó con angustia a la final de la Libertadores pese a caer por la cuenta mínima en la Bombonera ante Boca Juniors. Pese a ser un país híper futbolizado, la nota principal de Página 12 no fue esa. La portada habla de las protestas sociales en Chile.
"Hasta que valga la pena vivir" es el impresionante título del medio argentino, donde se detallan las manifestaciones y cómo llegaron a producirse, describiendo las realidades sociales.
La portada:
"HASTA QUE VALGA LA PENA VIVIR" | Hoy empieza una huelga general en Chile y mañana habrá movilización masiva. Crecen los choques y las muertes; Piñera pidió perdón y presentó un paquete social, pero nadie sabe cómo responderá la calle | Por @martadillon https://t.co/ctiSEVQJoy pic.twitter.com/aAKP2TZuji
— Página|12 (@pagina12) October 23, 2019
Párrafos destacados:
"La cordillera se tiñe de atardecer como si se sonrojora cuando los minutos empiezan a descontar hacia el toque de queda. Parece inclinada de vergüenza sobre La Alameda, parece que buscara el abrazo de los miles de manifestantes que desbordan esa avenida central de Santiago de Chile, radiantes de orgullo por resistir en la calle frente a los carros de asalto, las fuerzas policiales y militares que exhiben las armas largas".
"En Concepción, una de las ciudades más golpeadas por la represión, ayer a la tarde se agitó una fiesta electrónica contra el toque de queda. En los barrios populares del sur de Santiago se bailó la cueca. En todos lados sonaron cacerolas y las bicicletas jaquearon el transporte público".
"No sólo Santiago está ensangrentada y sin embargo, la calle no se abandona. El miedo cambió de bando, dicen las paredes y eso es una vibración que sacude más que los terremotos y una demanda más clara que el agua de deshielo que baja de las altas cumbres: bajen las armas".
"En la Plaza Italia, centro neurálgico de Santiago, hay jóvenes y viejas, trabajadoras formales y trabajadores informales, dirigentes sindicales, amas de casa, docentes de todos los niveles, estudiantes, artistas, padres, hijes. Hay, sobre todo, una rebeldía que no se calma ni con las balas, ni las muertes que se lloran colectivamente".
"El movimiento en la calle es autoconvocado pero no está acéfalo, hace sonar cacerolas pero no le faltan palabras; es urgente pero tiene el tiempo que precisa para detener la vida cotidiana y poner ahí la cuña de la desobediencia".