Fabiola Campillai: Para mí no hay justicia, porque no puede haber nada que te devuelva tus ojos

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Autor: Cooperativa.cl

En su primera entrevista, la mujer que perdió la vista por el golpe de una bomba lacrimógena dijo sentir rabia ante la falta de respuestas para las víctimas de la represión.

Contó que, además de quedar ciega, ya no tiene sentido del olfato ni del gusto.

Fabiola Campillai: Para mí no hay justicia, porque no puede haber nada que te devuelva tus ojos
 Ciper

El hecho ocurrió el 27 de noviembre en San Bernardo.

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Fabiola Campillai, mujer que perdió la visión de ambos ojos tras ser golpeada con un objeto contundente, presuntamente una bomba lacrimógena, aseguró que para ella "no hay justicia", porque no recuperará sus ojos.

La mujer recibió el impacto el 27 de noviembre en las cercanías de su casa, en la comuna de San Bernardo, cuando se dirigía a trabajar en el turno de noche en la empresa Carozzi, donde se desempeñaba desde hace unos años.

En su primera entrevista tras el hecho y publicada este lunes por Ciper, la mujer de 36 años relató que "de ese día, no me acuerdo de mucho. Mi hermana estaba ahí. Le dije que me dolía la cara. Luego de eso me desmayé y desperté un día martes acá en el hospital cuando había pasado una semana, porque este accidente fue el martes en la noche y yo desperté un día martes aquí, en el hospital".

Al ser consultada sobre su definición de justicia, Campillai plantea que "para mí no hay justicia, porque no me van a devolver nada. Te quitan algo de lo más importante que uno tiene, porque si hubiera sido una pierna o un brazo, yo no sé (...) Pero tus ojos, no puede haber nada que te los devuelva".

"Trato de ser fuerte, de sacar esa fuerza. Sí, todavía me queda un poco de llanto, de pena, pero de a poquito va saliendo. También, no sé, tengo como una rabia, porque uno piensa que la gente, no solo la mutilada, sino también la fallecida, no va a tener justicia", dijo.

"Cuando me dijeron que ya no iba a ver, no pensé en el futuro. Andaba contenta. O bien fue como una defensa para no llorar, para estar firme, para darle fuerza a los demás. De un principio no era tan pesado, pero pasa el tiempo y ahora sí es pesado. Ahora, si uno piensa en lo que va a pasar, que de repente puede ser una carga para los demás, porque me levanto de este sillón y me cuesta hasta caminar", recalcó.

Fabiola, que también perdió el sentido del gusto y el olfato producto de sus lesiones, sostuvo que no quiere "ser una carga para nadie".

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