La Municipalidad de Providencia reforzó diez semáforos ubicados en zonas críticas para la seguridad vial, para así evitar que sean destruidos durante las eventuales manifestaciones de marzo, como ya ha ocurrido desde que comenzaron las protestas en el país.
La técnica "antizamarreos" consistió en instalar alrededor de su base seis tubos de acero, que sirven como barreras protectoras o tutores, como los que soportan el crecimiento de los árboles, según publicó Las Últimas Noticias.
La alcaldesa Evelyn Matthei dijo al diario que la inversión para esta medida alcanzó los 45 millones de pesos y que la idea es dificultar la posibilidad de arrancarlos de su sitio, pues ahora se necesita mayor fuerza para sacarlos.
"Hicimos este trabajo en las esquinas más peligrosas para las personas. El criterio fue la seguridad", remarcó la jefa comunal, tomando en cuenta que varios semáforos que han sido reemplazados desde el 18 de octubre son destruidos, a veces, en menos de 24 horas.
Sin embargo, el municipio continúa la normalización del servicio: este jueves habilitaron los semáforos de Bustamante con Rancagua y esperan que los de Bustamante con Marín estén disponibles la primera o la segunda semana de marzo.
Luciano Chiang, doctor en Ingeniería de la Universidad de Stanford, comentó a LUN que la solución de Providencia es una buena opción, por su costo y sus capacidades mecánicas y estructurales.
Sin embargo, el también académico de la Facultad de Ingeniería de la PUC admitió que "no sé si evitan la destrucción del semáforo, pero ciertamente lo hará más difícil para los vándalos".