La víctima resultó con una fractura de cráneo y derrame cerebral.
El uniformado cumplirá la prisión preventiva en una comisaría de Rancagua.
El Tribunal de Garantía de Rancagua decretó la prisión preventiva para el sargento primero de Carabineros acusado de agredir con una bomba lacrimógena a un sujeto de 31 años en la capital de O'Higgins.
Según detalló la Fiscalía en la audiencia, el pasado 13 de diciembre el uniformado disparó una lacrimógena a 8,5 metros de distancia de la víctima, en el contexto de manifestaciones sociales.
"Efectivamente los antecedentes son bastante graves. Lo concreto es que acá el funcionario de Carabineros, específicamente de Fuerzas Especiales, dentro de un contexto de manifestaciones, este procede a apuntar y disparar a la cabeza de la víctima que simplemente estaba parada en el lugar, de espalda y con sus manos cruzadas, es decir, no estaba realizando ninguna acción, que permitiera de acuerdo al protocolo de Carabineros, hacer uso de la fuerza", indicó el fiscal jefe de Rancagua, Javier von Bischoffshausen.
Frente a la acusación de la defensa del imputado, de que la víctima era un manifestante, el persecutor añadió que "la víctima se encontraba en el lugar de las manifestaciones y la única acción que realizó -como pudimos ver el día de hoy- fue en un momento aplaudir, pero en el momento exacto de la acción desplegada por el imputado, la víctima estaba de espalda, caminando y con sus brazos cruzados".
Por su parte, el abogado Pablo Pérez, defensor del imputado, sostuvo que "nosotros tenemos una teoría distinta, para nosotros existiría una figura de culpabilidad, una situación de negligencia y bajo ningún punto de vista creemos que concurren los presupuestos de la figura del dolo (...) él nunca tuvo la intención de lesionar a la persona afectada".
"Él en todo momento me manifestó que él ayudó a esta persona, en ese momento él consideró que se encontraba aturdida producto del mismo impacto de la bomba lacrimógena y él consideró que, producto de los gases que habían emanado de la bomba, se encontraba en esta situación y es por eso que él decide entregarlo a los funcionarios civiles", relató el defensor.
De acuerdo a lo exhibido durante la audiencia, la víctima quedó con fractura de cráneo y derrame cerebral, quedando hospitalizado por cerca de 15 días en el Hospital Regional de Rancagua.
Esteban Cárter señaló no haber provocado desórdenes públicos y que en esa jornada caminaba para encontrar locomoción colectiva.
"Mi memoria está pésima, tengo una parte del cerebro muerta, no va a renacer nunca más. Me dijeron que el resto de mi cerebro va a aprender a hacer lo que hacía eso, no sé qué hacía", declaró.
El Tribunal decretó la prisión preventiva por considerar al imputado un peligro para la sociedad. El funcionario cumplirá la medida cautelar al interior de la Tercera Comisaría de Rancagua.
