En prisión preventiva quedó el joven acusado de provocar el incendio de este viernes en la iglesia San Francisco de Borja, templo institucional de Carabineros.
El hombre de 26 años fue imputado por un delito de incendio y dos de lanzamiento de artefacto incendiario a funcionarios policiales, siendo considerado un peligro para la sociedad por el tribunal que decidió la medida cautelar.
De acuerdo a información policial, el sujeto roció líquido acelerante en el templo cerca de las 20:00 horas, para posteriormente lanzar bombas molotov a Carabineros, a una cuadra del lugar, en la intersección de Namur con Alameda.
El fiscal Mauricio González confirmó que el suceso "está grabado por dos funcionarios policiales al interior del templo en referencia en los momentos en que está generando los focos de incendio, quemando fardos, quemando mesas de madera, quemando estructuras que estaban cercanas al altar de la iglesia".
"Asimismo, está filmado en esos dos lanzamientos, que sucedieron aproximadamente a las 21:10 y 21:35 horas", precisó.
Junto a esto, el joven habría intentado quemar un polerón que lo situaba en el lugar, pero la prenda fue rescatada por un funcionario de civil que lo siguió.
"Sagazmente, un funcionario policial que lo estaba siguiendo y filmando rescató dicha evidencia, la salvó del fuego, y la tenemos ya como un elemento incriminatorio y (dispuesta) para las pericias correspondientes en Labocar central de Santiago", explicó el persecutor.
Se decretó un plazo de 75 días de investigación, mientras que arriesga penas de tres años y un día por cada lanzamiento de artefactos incendiarios, además de una pena de cinco años y un día por incendio.