De momento, la colectividad ha advertido a los impulsores, el PC y un sector del Frente Amplio, que el libelo puede constituir un error en medio de la crisis.
Ad portas de la anunciada presentación de la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera, el Partido Socialista tiene sus dudas y ha advertido a los impulsores, el PC y un sector del Frente Amplio, los riesgos políticos del libelo, que puede terminar siendo contraproducente para sus objetivos, en medio de la crisis social que vive el país.
Según La Tercera, en la interna socialista la mayoría considera un "error" que se ingrese la acusación, dada la inviabilidad política que, a priori, tiene para prosperar, además de que puede terminar beneficiando al Mandatario, preocupaciones que han transmitido desde que el timonel comunista, Guillermo Teillier, y la diputada humanista Pamela Jiles anunciaron el libelo.
Por ello, en una reunión de jefes bancadas de oposición, Manuel Monsalve, representante del PS, junto a los del PPD, PR y DC, plantearon que es "poco oportuno" e instaron a enfocar esfuerzos en la acusación contra el ex ministro del Interior, Andrés Chadwick, por su responsabilidad política en las denunciadas violaciones a los derechos humanos durante el estado de emergencia que rigió en gran parte del país.
Según los socialistas, existe el riesgo de que el libelo contra el Mandatario una a la derecha y aleje a algunos sectores de RN que se han manifestado abiertos a discusión de una nueva Constitución.
Plantean que el libelo puede "blanquear" a Piñera y dejarlos a ellos "entre la espada y la pared", inquietudes planteadas por los diputados y a las que se suman la mesa directiva del PS; no obstante, su timonel, Álvaro Elizalde, ha evitado participar activamente en las advertencias de los diputados debido a su rol como senador.
Igualmente hay algunos diputados, como Leonardo Soto, Fidel Espinoza y Juan Luis Castro, que han adelantado que darán sus votos a favor de la acusación, si se llega a presentar; no obstante, el PS resolvió esperar el informe de la alta comisionada de la ONU para los DDHH, Michelle Bachelet, para decidir si apoyarán "más enérgicamente" el libelo.
