En El Primer Café de Cooperativa, el sociólogo Tomás Leighton, director del think tank Rumbo Colectivo, ligado al Frente Amplio (FA), calificó este lunes como "muy ilustrativos" los chats de Whatsapp que intercambiaron el empresario Álvaro Jalaff y el abogado Luis Hermosilla en medio del estallido social.
"Qué onda nuestro amigo /Debe poner mano dura de verdad /Trump way /No se ven los milicos", escribió Jalaff, entonces CEO del Grupo Patio, durante la noche del 18 de octubre de 2019 a propósito de Andrés Chadwick, el ministro del Interior de la época e íntimo amigo de ambos, según unos mensajes de Whatsapp filtrados por Ciper en medio del caso audios.
El empresario aseguró a Hermosilla haberse juntado con varios CEO de distintas empresas, como Falabella, Cencosud, Walmart, y que incluso conversó el actual alcalde de Lo Barnechea, Cristóbal Lira, en ese minuto asesor en materias de seguridad en el Gobierno.
El 20 de octubre, Jalaff le dijo al abogado que estaba armando su propio ejército con "500 efectivos".
"Hermano. Necesitamos mano dura. Que respeten estos rotos de mierda. Me voy a sumar a las 500 lucas y 40 horas. Desde hoy", remató.
A juicio de Leighton, estos mensajes "son muy ilustrativos de la reacción que tuvo la derecha frente al estallido social, que fue de oscilar entre denostar a quienes protestaban y ofrecerles algo momentáneamente para que se calmaran".
"El estilo de los chats muestra a una élite absolutamente incapaz de impulsar los cambios que está llamada a hacer; que oscila, de alguna manera, entre el roteo y el ofertón", algo que "es muy característico de las relaciones de autoridad que hay en Chile, que no son dadas por un contrato social, sino que son 'autoridades precarias', basadas en el fantasma de que puede haber una rebelión de gente que está fuera del Estado, fuera del contrato social, y que hay que amenazarla para prevenir esa rebelión", analizó el sociólogo.
El investigador planteó que "lo peligroso del caso Hermosilla también es la desesperanza de que ese estilo se repite", y afirmó que "hay una sensación en la élite de que se puede decir cualquier cosa y al final las cosas van a seguir igual y eso es muy frustrante. Eso trae a colación el estallido, no por una cuestión numerológica que se van a cumplir cinco años, sino porque sus causas siguen vigentes".
Leighton atribuyó la crisis social a una "desigualdad de trato" percibida por gran parte de la población.
"Los chats que se revelan muestran un lenguaje de maltrato y cuando uno se pregunta por qué estalló Chile (en 2019) fue toda una paradoja: cómo un país de ingreso medio alto estalló con ese nivel de violencia. Algunos decían que era porque era muy desarrollado, pero la verdad es que ningún otro país con el nivel de ingreso de Chile estalló así... Había una desigualdad de trato y los chilenos, si bien algunos toleran la desigualdad de ingresos, si hay algo que no toleran es la desigualdad de trato. Creo que por eso es sintomático y es relevante hablarlo", apuntó el intelectual frenteamplista.