El subsecretario del Interior rechazó decisión de la Corte de Apelaciones de Valparaíso contra el uso de escopetas antidisturbios.
Hace algunos días el tribunal de alzada acogió un recurso de protección presentado por la U. de Valparaíso.
El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, manifestó su rechazo al fallo de la Corte de Apelaciones de Valparaíso que prohibió a Carabineros usar las escopetas de balines "a todo evento" tras un recurso presentado por la Universidad de Valparaíso.
"Quiero decir categóricamente que los fallos que impiden el uso de la escopeta (antidisturbios) están promoviendo el uso del arma letal. Lo que hace esa autoridad judicial es promover el uso del arma letal. Porque la escopeta (antidisturbios) es el último recurso de armas no letales, y de ahí lo que Carabineros tiene que hacer si corre riesgo su vida, y si hay amenaza superior a su integridad, es usar el arma letal", aseguró Ubilla en declaraciones recogidas por el diario El Mercurio.
El subsecretario del Interior insistió en que "Carabineros tiene un protocolo que está vigente en todos sus capítulos y establece distintos niveles de control. Van desde el uso del agua, el uso de gases y, cuando se resuelva el tema de la certificación de que los perdigones no tienen componentes metálicos, también se va a recuperar la posbilidad de que usen la escopeta antidisturbios".
El pasado lunes, la Corte de Apelaciones porteña acogió un recurso de reposición interpuesto por la Universidad de Valparaíso, prohibiendo a Carabineros el uso de perdigones a todo evento en la región.
Cabe recordar que anteriormente la misma casa de estudios había presentado un recurso de amparo, tras el cual el tribunal había prohibido el uso de perdigones en manifestaciones pacíficas. Sin embargo, con este fallo del tribunal, se prohibió utilizar este armamento en todo tipo de evento.
Un día después, el martes, Valparaíso vivió una dura jornada de violencia, lo que nuevamente desató las críticas a la labor de Carabineros y llevó al alcalde Sharp a presentar un recurso de protección en favor de comerciantes "para restablecer el orden público y evitar saqueos e incendios".
Las revueltas en Chile, las más graves desde el retorno de la democracia en 1990, han dejado 23 muertos en distintos actos de violencia (incendios, saqueos y cinco de ellos presuntamente a manos de agentes del Estado) y 2.800 heridos, entre ellos 232 con serias lesiones oculares por disparos de perdigones a la cara.
El general director de Carabineros, Mario Rozas, anunció la semana pasada la suspensión temporal del uso de perdigones o balines para controlar las manifestaciones tras tener dudas sobre la composición real de las municiones y luego de que la Universidad de Chile asegurase que los proyectiles no son solo de goma sino que también contienen plomo, lo que explicaría el alto número de heridos.
Tales resultados fueron cuestionados por Carabineros, pues difieren de un análisis realizado por el Labocar, el cual también puso en duda la ficha técnica del proveedor de los balines, y la institución uniformada adelantó la solicitud de estudios externos sobre la materia.
