La Dirección de Aguas del Ministerio de Obras Públicas introdujo sendos decretos para declarar por primera vez "reserva para fines de preservación ecosistémica" los icónicos y prístinos ríos Puelo y Futaleufú (Región de Los Lagos), que nacen en la zona argentina de la Cordillera de los Andes, en una iniciativa pionera aplaudida por las comunidades locales, pero considerada insuficiente por organizaciones medioambientales.
La propuesta, que solo está a la espera de la aprobación de la Controlaría, supone una ampliación del Código de Aguas reformado en 2005, que solo permitía conceder el estatus de "reserva de caudal" por necesidades de abastecimiento o por circunstancias excepcionales y motivos de interés nacional, al añadir a esta última causal argumentos relacionados con el desarrollo regional y la defensa del medioambiente.
"Proteger un cauce superficial es algo que va a marcar un hito a nivel nacional e internacional. Hay experiencias en otros países, pero Chile, a través de su modificación del Código de Aguas se abre a la protección del agua para el abastecimiento de la población", explicó Rodrigo Sanhueza, director regional de Aguas.
"Lo que estamos haciendo hoy día con estos dos decretos es relevar la importancia ecosistémica del recurso hídrico en las fuentes, porque no solamente es para la flora y fauna del río, sino para la sociedad que se articulen a través de la cuenca", agregó.
DOS AÑOS DE CAMPAÑA
Fue en 2022 cuando autoridades locales y movimientos de la sociedad civil lanzaron la campaña "Por las aguas del río Futaleufú" en busca de proteger una cuenca nivo-pluvial que nace del embalse Amutui Quimey en el Parque Nacional Los Alerces (Argentina) y desemboca en el Lago Yelcho, con un caudal medio de 458 metros cúbicos y 105 kilómetros de longitud, 70 de ellos en el país.
A su vera se sostienen cientos de kilómetros cuadrados de bosque nativo y ofrece grandes oportunidades recreativas, en particular la pesca, señalado como uno de los mejores lugares para esta actividad en el mundo.
Una campaña lanzada, además, en un contexto de lucha contra la triple crisis planetaria, ya que el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, afectan principalmente a los ecosistemas de agua dulce, y al que se ha sumado también el Río Puelo, más próximo a la ciudad de Puerto Montt.
"Futaleufú se ha caracterizado por siempre ir a la vanguardia en turismo porque tiene un recurso que es muy importante y que es el alma de esta comuna, que es el río, que culturalmente ha sido muy ocupado por las comunidades y siempre ha sido protegido", señala el delegado presidencial en la zona, Luis Montaña.
"Que se ingrese una solicitud de reserva con fines de preservación ecosistémica no viene a ser otra cosa más que proteger de las probables amenazas que podrían llegar a afectar a este río", agregó.
CRÍTICAS DE GRUPOS ECOLOGISTAS
El paso más importante, sin embargo, en esta larga carrera hacia la protección ocurrió en agosto de 2016, fecha en la que la multinacional Endesa firmó la "Renuncia a los Derechos de Aprovechamiento de Aguas" asociados a proyectos hidroeléctricos en la Patagonia, impulsada por organizaciones de defensa medioambiental como "Patagonia sin Represas".
Grupos que ahora aplauden este avance, advierten que esta declaración es insuficiente.
"Solo protege un aspecto del río que es el caudal, pero un río es algo mucho más amplio. Cuando nosotros pensamos en un río, pensamos en el agua, en su calidad, en sus riberas, en la zona aledaña. Y en Chile no existe una figura de protección, un río protegido en el fondo, que permita comprender y aunar todos estos elementos", explicó a EFE Pía Weber, abogada ambientalista de la Fundación Puig.
"Tenemos áreas protegidas marinas, áreas protegidas terrestres. Y los ríos siempre están en ese limbo. La iniciativa Ríos Protegidos busca empujar la aplicación de las herramientas que existen, reconocer que hay brechas importantes y que Chile necesita avanzar en una protección permanente para sus ríos", recalcó.
En la misma línea se expresa Paulo Urrutia, director ejecutivo de la ONG Bestias del Sur Salvaje, para quien "este hito es muy importante porque esperamos que se convierta en un modelo de cómo nos relacionamos de manera sostenible, respetuosa, no solo con los ríos, sino con las montañas".
"Creemos que este hito puede inspirar no solo al territorio nacional, sino también al mundo a proteger y a reconciliar la relación con los ríos y la naturaleza", señaló.
Una vez introducidos los decretos, el último paso es la aprobación de la Contraloría General, un trámite burocrático simple, según el gobernador regional, Patricio Vallespín.
"Estamos haciendo historia y dando una señal al país de que podemos proteger los ríos si trabajamos de la mano, confiando los unos en los otros y utilizando los espacios que la norma va estableciendo", concluyó.