Dos leones muertos: La historia más extraña del último 21 de mayo con discurso presidencial
Se cumplen 5 años sin cuenta pública en el Día de las Glorias Navales, pero también de un insólito hecho en el Zoológico Nacional.
Se cumplen 5 años sin cuenta pública en el Día de las Glorias Navales, pero también de un insólito hecho en el Zoológico Nacional.
El 21 de mayo de 2016 fue la última cuenta presidencial que coincidió con el feriado por las Glorias Navales, una ley a principios de 2017 la trasladó al 1 de junio, para no quitarle protagonismo a la conmemoración del Combate Naval de Iquique y, también, tratar de bajar la tensión en Valparaíso en esa fecha, donde discurso, ceremonia militar y manifestaciones transformaban al puerto en un polvorín.
Michelle Bachelet fue la última jefa de Estado que se paró ante el Congreso Pleno ese día para dar cuenta, como ordena la Constitución, del estado político y administrativo de la nación, aunque en la práctica siempre fueran más anuncios del inquilino de turno de La Moneda.
Pero el 21 de mayo de 2016 también es la fecha de uno de los acontecimientos más extraños que se recuerden en Santiago, y que revolucionó al Zoológico Nacional: Dos leones murieron baleados por guardias del recinto.
Los disparos que acabaron con la vida de "Manolo" y "Flaca" fueron hechos dentro del protocolo del parque ante emergencias, como la que ocurrió ese sábado: Franco Ferrada -de 20 años- ingresó a la jaula de los felinos, con la presunta intención de suicidarse y en medio de exclamaciones mesiánicas, que explicaría en una carta, donde se consideraba un profeta cristiano, "protegido por Jesucristo".
En medio de la conmoción de los centenares de familias que visitaban el Zoológico ese sábado festivo, el Parque Metropolitano debió cerrar de emergencia y evacuar al público. La acción de los francotiradores debió ser con balas mortales, no había margen para usar tranquilizantes, y luego el joven -con una corta pero trágica historia de vida- era trasladado a una clínica, donde lograron salvarlo.
"Manolo" y "Flaca" fueron sepultados en el mismo Parque Metropolitano, pero en secreto y sólo ante dolidos funcionarios: Se temía incluso que otros fanáticos llegaran a desenterrar sus cuerpos.