En la actualidad, perros y gatos pueden vivir un promedio de 12 y 16 años, respectivamente.
La evolución del trato humano, así como el aumento en la demanda de la vacunación preventiva son algunos de los factores.
En la década de los 90' los animales domésticos vivían un promedio de ocho años.
La esperanza de vida de las mascotas se duplicó en dos décadas, ya que en los años 90 los animales domésticos vivían cerca de 8 años, mientras que en la actualidad los perros pueden vivir un promedio de 12 años y los gatos 16.
El veterinario Erwin Flores explicó en Meganoticias que se debe a la evolución del comportamiento de los seres humanos respecto a sus mascotas: "Ha habido un aumento, desde antes de la pandemia, en el interés de las personas en tener a un miembro más de la familia que no sea humano", señaló.
Según dijo, existen estudios que demuestran que las mascotas "benefician nuestra calidad de vida para hacer que nuestra propia esperanza de vida sea mayor", puesto que "hay animales que tienen alguna calidad casi terapéutica en las familias", sobre todo en aquellas personas que viven solas o que se encuentran en alguna situación de discapacidad.
El veterinario sostuvo que hubo "una revolución" en la medicina preventiva, ya que, en la actualidad "prácticamente no existe alguien que no sepa que a los perros hay que vacunarlos desde temprana edad", en comparación a otros tiempos, en que "vacunaban a los perros después que se enfermaban".
El experto relacionó aquello con la Ley de Tenencia Responsable de Mascotas, más conocida como "Ley Cholito", que regula, entre otros aspectos, la entrega de animales en un ideal de 70 u 80 días, y no antes de los 60, ya que "adquieren habilidades comunicacionales, a moderar la mordida".
Lo anterior, según estimó, "es muy importante, porque un animal que puede comunicarse y es bien educado, se estresa menos", y el estrés es un factor determinante para acortar la vida de los animales.
"Salir a pasear, ser parte de la familia, sentirse querido" también son factores importantes, y Flores aseveró que "no es por humanizarlos, pero se debe entender que son un miembro de la familia".
