El insecto llegó en 2020 desde Estado Unidos y se ha convertido en una plaga que afecta plazas y jardines en comunas como Maipú, Pudahuel, Las Condes y Ñuñoa.
El chiche del arce es un insecto que llegó en 2020 a Chile desde Estados Unidos y que hoy se ha convertido en una plaga que infesta plazas y jardines. Y especialistas de la Universidad de Chile advierten que podrían ingresar a las casas en invierno.
El Boisea trivittata, su nombre científico, es un insecto hemíptero que se alimenta de plantas, específicamente arce y otros árboles emparentados como el jaboncillo, en su lugar de origen. Desde su llegada al país colonizó rápidamente los arces ornamentales presentes en plazas, calles y jardines públicos y privados.
El doctor Pedro Cattan, profesor de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) de la Universidad de Chile y director del diplomado de postítulo internacional en Manejo de Plagas Urbanas, explicó que se ha registrado un aumento de su población por el sistema de defensa que tiene.
"Las poblaciones de estos insectos son de difícil control por depredadores porque presentan defensas químicas que repelen los ataques. Esto probablemente influye en el crecimiento exponencial de ellas", detalló y agregó que las hembras pueden producir más de 200 huevos en la estación.
Su propagación se ha expandido desde Pudahuel, donde se inició la plaga luego de que ejemplares llegaran en un vuelo desde Norteamérica, hacia varias comunas como Cerro Navia, Lo Prado, Maipú, Santiago, Las Condes, Providencia y Ñuñoa, y además en la ciudad de Los Andes, Región de Valparaíso.
Hay una inquietud entre los vecinos que han visto a este insecto por las calles y jardines, por la posibilidad de que ingresen a las casas buscando refugio del invierno. El profesor Cattan reconoció que se trata de una opción real y que "podría hacerse más frecuente si el cambio climático genera situaciones extremas en lugares de climas normalmente templados".
Bajo la misma línea, la doctora Jeannette Dabanch, infectóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, comentó que "el chinche del arce tiende a buscar refugio para hibernación, por lo que busca ingresar a habitaciones. Por esto, es importante mantener un buen sello de ventanas y puertas.
Asimismo, frente a la preocupación del eventual contacto con algún miembro de la familia como niñas, niños o mascotas, Dabanch dijo que "este insecto no constituye un riesgo conocido de salud para las personas porque, hasta ahora, no ha sido relacionado con la transmisión de agentes infecciosos".
Los expertos señalaron que no se puede realizar un pronóstico de la evolución que la plaga tendrá a largo plazo, debido a que las condiciones climáticas afectan a los insectos y frente a la sequía buscan nuevas fuentes de alimentación, lo que podría afectar a otros tipos de vegetales.
Además, dieron cuenta de que "supuestamente, aves, arañas y otros insectos podrían realizar control biológico", sin embargo, "tiene defensas antidepredatorias, por lo cual los eventuales consumidores lo evitarían", explicó Cattan.
Igualmente, para sacar al chinche del arce de las casas recomendaron que en los jardines se aspire tanto al chinche como a las hojas o frutos con los que pudo tener contacto.
"Lo mejor es eliminar todo aquello que pueda transformarse en refugio. No se recomienda fumigaciones con insecticidas por el daño ambiental que estos producen, tanto por contaminación como por el daño a otros insectos", dijo el experto.
Destacó además que para este trabajo de eliminación se debe utilizar protección en manos y rostros, para "evitar el contacto directo del insecto con la piel, ya que esto podría generar reacciones alérgicas".
