En el Día Mundial del Agua, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) manifestó que su compromiso, impulsado por la ONU para resolver la crisis hídrica, es restaurar, recuperar y proteger el bosque nativo en el país por la importancia de este en la regulación del ciclo de este vital líquido.
Conaf enfatizó que el principal llamado en esta conmemoración, ante la grave crisis del agua a nivel mundial, es al compromiso de los gobiernos, organismos públicos y privados, comunidades y las familias en aportar medidas concretas para gestionar de forma sostenible el agua.
Estos compromisos son la base fundamental para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2023, que se inicia justamente hoy 22 de marzo en Nueva York, y que busca que se concrete la Agenda de Acción por el Agua.
En relación al rol que cumplen los bosques en lograr esta meta, la gerenta de Conservación de Ecosistemas Boscosos y Xerofíticos de Conaf, Contanza Troppa, explicó que "esta alianza entre bosque y agua es una cuestión crítica a la que se debe otorgar una gran prioridad si queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y más concretamente el Objetivo 6, con el que se pretende gestionar de forma sostenible el agua, garantizando su disponibilidad y poner entre las metas de los países proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, incluidas las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos, los lagos y los bosques".
En ese sentido, explica Conaf, los ecosistemas boscosos cumplen un rol fundamental en la regulación del ciclo del agua, también conocido como ciclo hídrico, contribuyendo en la cantidad y calidad del agua, debido a que interceptan y evaporan una mayor cantidad de agua gracias a sus profundos sistemas de raíces y también filtran el agua, mejorando su calidad, lo que adquiere una alta importancia en un contexto de cambio climático, donde la escasez de agua afecta a gran parte de la población en el mundo.
Por ello, todos los proyectos y programas que se están desarrollando en torno al bosque nativo, como el Plan de Restauración de Bosque Nativo a Gran Escala del Programa Siembra por Chile, el proyecto +Bosques, junto a FAO, y el Fondo de Conservación, Recuperación y Manejo Sustentable del Bosque Nativo, inserto en la Ley de Bosque Nativo, aportarán a mejorar los ciclos hídricos en todas las regiones del país, destacando acciones concretas como la restauración de bosques nativos para la provisión de agua en el marco del trabajo con comités de agua potable rural, resaltó el organismo.
AGUA Y PARQUES NACIONALES
Conaf además destacó que en este día es importante resaltar la relevancia del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), que administra la corporación, como figura principal de protección de los reservorios de agua dulce del país en bosques, glaciares y humedales.
Los parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales protegen más de 4 millones de hectáreas de bosque nativo en el país, los cuales son cruciales para regular el ciclo del agua de las precipitaciones. Alrededor del 30 por ciento del agua es interceptada por las copas de los árboles, almacenada y evaporada para volver al ciclo en la atmósfera.
Además, las áreas protegidas resguardan la mayor superficie de glaciares en el país, aproximadamente el 84 por ciento del territorio nacional, según el inventario nacional de glaciares de la DGA (2015). Estos glaciares son importantes para mantener los procesos funcionales de los ecosistemas, aportando agua a los ríos durante las épocas estivales y convirtiéndose en reservas estratégicas de recursos hídricos.
En cuanto a los humedales, estos ecosistemas proveen una amplia variedad de servicios ecosistémicos a la comunidad y la biodiversidad, como reservorios y depuradores de agua, hábitat y nidificación para especies de alto valor ecológico a nivel nacional e internacional. En los parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales se protegen 10 de los 16 humedales categorizados como sitios RAMSAR y cerca del 46 por ciento de los cuerpos de agua catalogados del país, abarcando una superficie de protección de 3.000 kilómetros cuadrados entre lagos y lagunas a lo largo de todo el país.