La región no registró ninguna emergencia ambiental.
Las malas condiciones de ventilación, ausencia de precipitaciones, bajas temperaturas y el consumo de la leña determinaron la calidad del aire entre los meses mencionados.
El balance en la gestión de episodios críticos en la Región Metropolitana de este año, medido entre el 1 de mayo y el 31 de agosto, dejó en evidencia que en hubo 21 alertas y 15 preemergencias ambientales y ninguna emergencia.
La calidad del aire que enfrentó la región se debe a las malas condiciones de ventilación, ausencia de precipitaciones, bajas temperaturas y por el consumo de la leña como fuente calórica, que representa cerca de un 38 por ciento de la contaminación.
Felipe Guevara, delegado presidencial metropolitano, señaló que el año pasado se anotaron 17 episodios críticos y, comparó, "fue mejor, ya que en el invierno estuvo prácticamente toda la región en cuarentena, por lo tanto la circulación fue muy baja".
"Los peores años son 2014, 2015 y 2016 por lejos, de ahí en adelante no hemos tenido nunca una emergencia ambiental; habría que preguntarse quién era la autoridad de la región en esa época", reprochó también.
Sobre esto último respondió el actual Gobierno Regional, debido a que el hoy gobernador, Claudio Orrego, ocupaba el cargo de intendente en los años mencionados por Guevara. Orrego recordó que en 2015 no existía un plan de descontaminación y criticó que la gestión de este año fue negligente.
Asimismo, Orrego acusó que, si bien la región estuvo gran parte del presente año en cuarentena, "hubo nula fiscalización del tema de la leña y la restricción vehícular y hubo cuatro preemergencias que no fueron decretadas ni declaradas por parte de la autoridad", lo que les parece "una negligencia inaceptable cuando se trata de la salud de las personas".
Con respecto al próximo año, el gobernador apuntó al delegado presidencial, figura que por ley es responsable de dirigir e impulsar el plan de descontaminación, "que está tomado de razón por Contraloría", por lo que instó a Guevara a expresar su voluntad de cumplirlo: "Si no lo está (dispuesto), sería bueno que nos traspasara la atribución", emplazó.
El superintendente del Medio Ambiente, Cristóbal de la Maza, resaltó que "el número de fiscalizaciones que realizamos aumentó prácticamente 10 veces respecto de lo que se hacía de 2019 hacia atrás".
Sin embargo, puntualizó, "es insuficiente para mejorar la (situación de) contaminación, que es un problema estructural de Santiago y que requiere una transformación de nuestro sector industrial y de transportes".
También es una realidad "a nivel nacional obviamente, pero son distintos fenómenos: en el centro sur del país principalmente el problema es la calefacción", recalcó.
