"No se ajusta a derecho", dice el documento firmado por Jorge Bermúdez.
El plan debía empezar a regir el próximo 1 de enero.
El Plan de Descontaminación fue aprobado hace un año por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad.
La Contraloría General de la República resolvió no tomar razón del Plan de Descontaminación Atmosférica para las comunas de Concón, Quintero y Puchuncaví, decisión que fue comunicada mediante un oficio enviado al ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena.
"No se ajusta a derecho", dice el documento firmado por el contralor Jorge Bermúdez respecto al plan que debía empezar a regir el próximo lunes 1 de enero, según informó El Mercurio.
En el texto se objetó el inventario de emisiones de material particulado y de sus gases precursores establecido en la iniciativa y que busca fijar a las industrias emisoras las metas de reducción, pues se consideraron las máximas emisiones autorizadas y no la real contribución de contaminantes que realiza cada planta.
"Las medidas dispuestas para las aludidas fuentes puntuales, diseñadas sobre la base de esos niveles que son mayores a la real contribución de emisiones por parte de ellas, no se traducen en una efectiva reducción de los contaminantes de que se trata, por lo que el presente instrumento de gestión ambiental no cumple con la finalidad que la normativa le asigna", dice el documento de Contraloría.
El Plan de Descontaminación, que fue aprobado hace un año por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad presidido por el entonces titular del Medio Ambiente Pablo Badenier, iba a imponer nuevos límites de emisiones a las principales fuentes contaminantes.
Establecería un sistema de compensación de emisiones y regularía las emisiones de plantas de áridos, así como su extracción y producción. También exigiría medidas de confinamiento al transporte y almacenamiento de material sólido, y prohibiría de manera permanente las quemas agrícolas, como sus principales medidas.
Al tratarse de una zona eminente industrial, este nuevo plan esperaba reducir en un 15 por ciento la concentración diaria de MP 2,5 y en un 21 por ciento la concentración anual, lo que permitiría que, para ambos casos, los valores se encuentren bajo la norma de calidad de aire y salgan de la condición de saturación que afecta a la zona.
