El intendente metropolitano, Claudio Orrego, contó en Lo Que Queda del Día que lanzarán una aplicación para que los propios santiaguinos denuncien focos de contaminación, a la vez que justificó la aplicación de una restricción permanente para los vehículos catalíticos.
En esa línea, el intendente sostuvo que si bien les gustaría mejorar la cantidad de fiscalizadores en Santiago, "nunca serán suficientes" porque el comportamiento de las personas es muy dispar.
"Nos falta bastante conciencia ambiental, predicamos una cosa los santiaguinos en la mañana y practicamos una cosa distinta en la tarde", lamentó.
Por eso, el intendente contó que trabajan en una aplicación para que la ciudadanía "ayude a fiscalizar".
¿Cómo es? Orrego explicó que la gente podrá tomar fotografías georeferenciadas de dónde se está prendiendo las chimeneas para que "los fiscalizadores sean más precisos".
Así, si bien no habrá un parte empadronado, permitirá al fiscalizador a ir a un sector determinado y pase las multas.
El intendente sostuvo que en Santiago hay 120 mil hogares que tienen chimeneas a leña y remarcó que no deberían construirse más casas con este tipo de calefactores.
Un plan radical
En esta lucha por descontaminar Santiago, Claudio Orrego destacó que "hemos estado trabajando en los últimos dos años en un nuevo plan de descontaminación que trae medidas muy radicales", afirmó la autoridad regional en Cooperativa afirmando que éstas comenzarán a regir en 2017.
"No va a ser fácil para Santiago", adelantó Orrego afirmando que el uso de la leña "debe prohibirse" en la capital porque "genera casi el 30 por ciento de la contaminación del año, pero el 50 por ciento de la contaminación en invierno", pese a que son pocos los hogares que usan este tipo de combustible.
A favor de la restricción a catalíticos
Orrego se manifestó a favor de la restricción permanente a los catalíticos afirmando que "fenómenos complejos requieren soluciones complejas. Nunca nadie ha sostenido que la restricción de los catalíticos vaya a solucionar el problema de la contaminación de Santiago".
"De hecho, -agregó- el total de la contaminación de un año, el transporte con todo -incluido el de carga, la maquinaria, el particular y los buses- genera solamente el 30 por ciento y los catalíticos, de eso, un porcentaje menor".
Sin embargo, Orrego sostuvo que sí se requiere una restricción permanente porque "eso es mejor que tener un día sí, un día no".
"Todos tenemos que colaborar para tener un aire limpio", remarcó la autoridad que enfatizó que las zonas menos contaminadas son Las Condes y Lo Barnechea, donde más se encienden chimeneas y donde hay más autos.
"La contaminación es doblemente desigual en Santiago, ahonda la desigualdad en la ciudad", lamentó.